Page 51 - Abrázame Fuerte
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—No, era un decir —la interrumpe él con una sonrisa, y la deja con la
palabra en la boca mientras sube la escalera.
Silvia se queda en el rellano con el cable de los cascos del Mp3 colgando de
una mano y las llaves llenas de baba del perro en la otra, despeinada y con la
sensación de que no le ha caído muy bien a ese chico.
« Qué raro es. Cuando las chicas se enteren de que lo he conocido, seguro que
flipan. Mira que querer invitarlo a la biblioteca… ¡Suerte que me ha cortado!
Seguro que tiene novia» .
Cinco minutos más tarde, en casa de Ana
Cinco minutos después, Ana está echada en la cama con su pijama de Hello
Kitty, nerviosa y con el móvil en las dos manos.
—Una, dos…, ¡tres! —cuenta en voz alta antes de abrir el mensaje.
Un mensaje no leído. Abrir mensajes. David. Ahora.
Ana lee.
—¿Qué? —murmura con voz entrecortada. Los ojos se le ponen vidriosos—.
¿Qué? —repite, esta vez con más rabia—. ¿« Tontalaba» ?
Ana se derrumba en la cama, se abraza al cojín y rompe a llorar. « ¿Por qué
me trata así? ¿Qué he hecho mal? ¡Sólo quería saber cómo estaba!» .
Tarde o temprano, todo lo que le pasa a Ana se acaba convirtiendo en una
entrada de su blog. Y lo que le acaba de pasar se merece una redacción de esas
de bombo y platillo.
Se pone delante del ordenador y abre una hoja de texto. Es de esos momentos
en que los dedos le irán solos por el teclado, y sus sensaciones van a ser
canalizadas en palabras. No dirá nombres, porque su blog no es como las revistas
del corazón, pero sí dirá lo que piensa, su verdad y su dolor.
Nueva entrada:
Mal presentimiento
A veces, emocionarte y hacerte ilusiones con algo te puede dar un
gran disgusto.
Los malos presentimientos nos acechan.
Tengo un mal fario.
Un mal presagio.
Un mal presentimiento.
No lo veo claro, tengo miedo.
Como cuando coges un avión y te dices: Voy a morir.
Lo sé. Voy a morir porque tengo una visión, un presentimiento, un