Page 47 - Abrázame Fuerte
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evacuar —le responde el chico en tono irónico—. ¿Me guardas la silla?
Nerea asiente con la cabeza, y David se adentra en el bar en busca del
lavabo.
En ese mismo instante
Ana está en el baño en su sesión de estética semanal. Depilación, exfoliación
facial, bañera con sales de balneario, y la radio de fondo. Es una de las pocas
ventajas de ser hija única: no tiene que compartir el baño con nadie, y las
sesiones de belleza pueden ser eternas. Tiene el móvil en una repisa del armario.
Ana lo coge y revisa todos los mensajes enviados y recibidos. Sin respuesta de
David. « ¿Y si le envío otro mensaje? —No se lo piensa ni un segundo—. A lo
mejor no lo ha recibido…» , se dice Ana, sabiendo de antemano que es una
excusa barata.
« Ahí voy. Un mensaje corto, conciso y acabado en una pregunta, para que
no dude en responderme» .
Escribir un mensaje de texto es un arte; quien lo recibe no sólo puede leer el
texto sino que también puede analizar el contenido, el estado emocional de la
persona que lo ha enviado y lo que quiere en realidad. Ana es una experta en eso,
y es consciente del paso que está dando: cuando se está enamorada no hay
estrategia ni análisis que valgan. Teclea a una velocidad supersónica, respira
hondo y le da al botón de enviar.
« Si no respondes a esto, me olvidaré de ti. Te lo juro» .
En la terraza del bar Milano
Nerea observa a la gente de la terraza y a los que no dejan de entrar en el bar.
Como está sola, bebe algo más de su Martini, para aparentar que está haciendo
algo. De pronto suena el móvil de David sobre la mesa.
Nerea lo coge sin mucho interés, sólo para distraerse, pues tiene la sensación
de que la están mirando todo el rato; se siente algo incómoda sola entre tanta
gente.
La expresión de su cara cambia cuando ve que el mensaje entrante es de
Ana. Algo se le remueve por dentro, como si fuese una bola de golf que le sube
desde la boca del estómago hasta la garganta. Siente el impulso de apretar la
tecla para leer el mensaje: Oye, siento lo que sucedió esa noche. ¿Estás bien?
Nerea no sabe cómo encajar lo que ha leído. ¿Estarán David y la niña esa
enviándose mensajes? No duda en revisar acto seguido todos los mensajes
enviados por David. No ve ni rastro de Ana.