Page 59 - Abrázame Fuerte
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Silvia titubea. Finalmente, se decide.
—Voy a casa a cambiarme. —Se despide de Marcos con una media sonrisa
y le suelta—: Nos vemos.
—Por la ventana —dice Marcos con timidez.
Silvia se detiene un instante. ¿Ha oído bien? Sonríe para sí. No puede evitar
alegrarse por ese encuentro casual. El otro día se quedó inquieta pensando en que
tal vez no le había caído bien al vecino. En cambio, hoy parece que sí.
—Adiós, chicas, yo me quedo un rato por aquí con… Marcos, ¿no? Porque
Atreyu ya se ha presentado —dice Estela, coqueteando—. Yo soy Estela. —Y,
después de decirle eso, le planta dos besos.
Atreyu se interpone entre ellos y empieza a ladrar. Eso da pie a que Marcos,
que se había quedado algo cortado, se ponga a bromear:
—Dice Atreyu que a él no lo has besado.
Estela no puede más que reírse y acariciar al can.
—¿Cuántos años tiene?
—Es un cachorro aún, sólo tiene seis meses. Por eso es tan juguetón. Lo
compramos cuando… —El chico calla de repente.
Estela lo mira. ¿Se lo pregunta ahora que tiene la oportunidad? ¿Qué pensará
Marcos de ella si es tan directa? « Pero ¡qué tontería! ¿Desde cuándo me
preocupa lo que piensen los demás?» , se dice. Y entonces lo suelta a bocajarro:
—¿Tienes novia?
El chico se sorprende.
—No, no, no sé… —tartamudea un poco, porque las chicas lanzadas como
Estela lo ponen muy nervioso.
—¿En qué quedamos? ¿Tienes novia o no?
En ese momento, Atreyu divisa a otro perro y cruza la calle corriendo. Su
dueño lo llama sin obtener resultado, así que el chico debe salir corriendo.
—Lo siento… El perro… ¡Adiós! —se despide gritando y alejándose de
Estela, quien se queda sin la respuesta que tanto ansiaba saber.
Plantada en medio del parque, la chica piensa: « Es el segundo chico que me
da plantón hoy. Espero que el tal Sergio se presente a la cita» .