Page 225 - Lara Peinado, Federico - Leyendas de la antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantásticos
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CO SM O G O N ÍA   DE  LOS  SA CERD O TES  KALU


      En  el  contexto  de  un  ritual  acadio  (Ritual  de  los  sacerdotes  kalu)  se
      recoge  de  modo  resumido  un  mito  cosmológico  sobre  la  obra  aeadora  de
      Anu  y,  sobre  todo,  de  Ea,  composición  que  debía  ser  recitada  por  el
      sacerdote  lamentador,  encargado  de  las  ceremonias  con  motivo  de  la  res­
       tauración  de  los  templos  en  ruinas.  El  texto  es  conocido gradas  a  una
       única  tablilla  de  contenido  litúrgico.


      El  constructor  de  esta  morada  revestirá  un  vestido  puro:  colo­
    cará en su mano  un brazalete de  estaño y tomará un hacha de plo­
    mo. A  continuación  cogerá  el  primer  ladrillo  de  fundación,  dis­
    puesto  para  la  reedificación.  Luego  pronunciará  una  lamentación
    sobre  el  templo  y  exhalará  los  rituales  gritos  de  «¡ay!»  mientras  se
    esté  colocando  el primer ladrillo  del  templo  demolido  en un lugar
    secreto, no  accesible  a  nadie.
       Sobre  el  quemaperfumes  el  sacerdote  kalu,  encargado  de  apa­
    ciguar  con  sus  cantos la  cólera  de  los  dioses, por la  ruina  de  aquel
    templo, y  de  recitar  los  textos  sagrados,  hará  vertidos  de  aromas,
    al  tiempo  que  se  esparcirá  sobre  el  nuevo  ladrillo  de  fundación
    miel, manteca, leche  y  cerveza  de  primera  calidad, así  como  vino
    y  aceite  dulce.  Después,  el  sacerdote  kalu  recitará  ante  el  ladrillo
    el  Enuma Anu  ibnu  same,  esto  es, la  composición  Cuando Anu  creó
    el cíelo.
       Hela  aquí:
      — «Cuando  Anu,  el  padre  de  los  dioses,  creó  el  cielo,  cuando
    Nudimmud  — esto  es, Ea  como “procreador  del  hombre”—   creó
    el Apsu,  su  morada,  Ea  tomó  en  el Apsu  un  puñado  de  arcilla  y
    creó  a  Kulla, es  decir, al  dios  ladrillo, para  que  presidiera  la  restau­
    ración y  planificación  de  los  templos.
       »Creó  el cañaveral y el bosque para ayudar a la obra de su  cons­
    trucción;  creó  a  Ninildu,  el  dios jefe  de  los  carpinteros;  a  Ninsi-
    naug, el  dios jefe  de  los  metalistas; y  a Arazu, experto  en  otros  tra­
    bajos  útiles,  para  ser  los  tres  los  ejecutores  de  esta  obra  de  su
    construcción. Después creó a Gushkinbanda, el dios orfebre; a Nina-
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