Page 226 - Lara Peinado, Federico - Leyendas de la antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantásticos
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gal, el  dios  de la madera  exótica; a  Ninzadim, el  dios joyero y lapi­
     cida; y  a  Ninkura,  el  dios  de  los  vestidos  preciosos, para  hacer  sus
     trabajos  en  los  templos.
       »Luego  creó  las  montañas  y  los  mares  para  convertir  en  ofren­
     das  alimentarias  toda  su  copiosa  producción. Tras  ello  creó  a Ash-
    nan,  diosa  del  trigo  y  del  pan;  a  Lahar,  dios  de  los  rebaños  y  la
    leche; a  Siris, dios  de  la bebida  fermentada; a  Ningishzida,  dios  de
    la  arboricultura; a  Ninsar, dios  de  las  leguminosas, para  que  fueran
    abundantes  sus  ofrendas fijas.
       »Creó a Umunmutamku, el cocinero del dios Marduk; a Umun-
    mutamnag, el copero de Marduk, para ser los que presentaran ofren­
    das  diarias  a  los  ocupantes  de  los  templos.  Creó  a  Kusu,  el  pontí­
    fice  supremo  de  los  grandes  dioses  para  hacer  ejecutar  los  ritos y
     ceremonias.
       »Después  creó  al  rey  para  ser  el  que  cuidara  del  mantenimien­
    to  de  los  templos;  finalmente,  creó  a  los  hombres  para  que  fueran
    los  que  hicieran  los  trabajos  necesarios  para  el  sostenimiento  dé
    los  dioses.»

       En  este punto  la  tablilla del ritual está  rota,  impidiendo con  ello cono
       cer su final, si  bien  quedan  diados  los  dioses Anu,  Enlü  y  Ea.



                       COSMOGONÍA  CALDEA


       Una  composidón  bilingüe,  redactada primero  en  acadio,  que  se  inter­
       lineó  con  una versión  sumeria,  utilizada  en  un  ritual  de purificación
       de  templos,  encontrada  en  Sippar y fechable  a  comienzos  del primer
       milenio  a. C., se centra  en cantar la gloria  de Marduk como  dios crear
       dor que  ha  desbancado  a  Ea.  El  texto  (con faltas por parte  del copisf
       ta)  es  conocido  como  Cosmogonía  caldea  y  también  como  La fun­
       dación  de  Eridu.  Al  haber  llegado  dos  pequeños fragmentos  de,
       duplicados,  se  ha  supuesto  que  esta  composición  hubo  de  ser  amplia*
       mente recitada en las liturgias  religiosas, alcanzando los  tiempos seleúr
       cidas.


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