Page 107 - Punto de Fuga_2_Neat
P. 107
Tocó el timbre y salió la empleada. Amelia le solicitó
ver a la señora para mostrarle el repertorio de untables.
La señora la atendió en la puerta, desinteresada.
Amelia supo ganar su confianza para entrar a la casa.
Le mostró cremas y ungüentos para todo el cuerpo.
Se escuchaba un niño llorando, de lejos. La señora se
puso incómoda.
“Y si usted ha tenido hijos, esta crema recupera su
abdomen, su figura”. Quiso sacarle información.
“Quizás si trae al nene se calma, digo, al ver a su mamá,
¿no?”
Inmediatamente la señora envió a su doméstica a
callarlo. No permitió que Amelia lo viera.
Finalmente el llanto cesó. La visita también.
Se fue, habiendo vendido una crema para el cuello
pero sin ver la cara del niño.
106