Page 116 - Punto de Fuga_2_Neat
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Se vino a vivir al barrio con su pareja, un tipo que
parecía amable pero era un fanfarrón. Sí, se creía que por
tenerla, porque esa belleza delicada era su mujer, él era más
que el resto de los mortales. Más macho.
Sinceramente yo lo veía como un pelotudo, como todos los
machistas, bien pelotudos.
Decía que cuando ella vino al barrio pareció que la
calle, la 62, floreció de golpe a su paso.
Su sonrisa era blanca y grande, y estaba siempre presente. Era
encantador verla distraída hasta que de repente ella advertía
mi mirada y me respondía con su sonrisa. Era una mezcla de
ternura y seducción.
Entonces, cada árbol le mostró sus hojas verdes, cada
arbusto respondió con flores de colores, hasta los cactus se
tornaron amables ocultando sus espinas entre turgentes tunas.
Salía cada mañana con sus botas y sus jeans a la facultad, o a
trabajar en escuelas, era docente.
Me di cuenta que era del ámbito de la educación
cuando charlamos en la verdulería. Me explicaba todo sobre
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