Page 17 - Punto de Fuga_2_Neat
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un lugar de rubios con dinero, y el rubio cabeza rota lo había
tratado de negro.
Mi problema con el cura no eran las reuniones con mi
madre para hablar de nuestro rendimiento. Marta había
pasado por situaciones peores. Simular cordialidad en
conversaciones con torturadores, por ejemplo. Yo no entiendo
cómo el ser humano puede hablar, saludar, dar las gracias a
quienes sabe que practicaron sobre otro submarino seco,
picana, simulacros de ejecución. Quisiera putearlos, romperles
un palo en la cabeza. Marta debía jugar esos absurdos
intercambios con asesinos porque su hermano Ernesto estaba
en Devoto, y aunque estaba legal, era 1979.
Volviendo a mi hermano, si bien él sí le había roto la
cabeza a un estudiante, blondo y xenófobo, la principal causa
de su expulsión fue otra. Escribir con aerosol todo el frente de
la escuela. “Puchini, en la Biblia dice no robarás”. Puchini era
regente de la escuela, Puchini hacía las cuotas cada vez más
abultadas para nuestros bolsillos flacos de fines de los 90.
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