Page 22 - Punto de Fuga_2_Neat
P. 22
siniestro”. Después, hizo la enumeración detallada de cada
una de las torturas sufridas.
Puchini había sido sacerdote durante el Proceso. Y se
sabía que en esos tiempos había marcado personas. Pero esa
mañana se tomó las palmas, se las llevó al corazón y pidió “paz
para esa gente”. “Esa gente” como él decía, estaba sufriendo
porque en Argentina había dos leyes de Obediencia Debida y
Punto Final.
La comunidad lo abanderó como el cura por la paz y la
reconciliación. Entonces aprovechó la misa del domingo
siguiente, y ya con más locuacidad habló de paz, de
hermandad, de unidad. El pasquín del pueblo transformó ese
acting en nota central. Puchini ascendió en la escala clerical.
Lo mandaron a la Basílica de Luján. Allí era como el rey.
Antes de que se fuera, promovido y entre loas, la
impotencia me invadió el cuerpo, me invadió como los ácidos
que pruebo ahora en el pool. La impotencia hierve la sangre,
eriza la piel, es LSD. Pateé la puerta del Sacre Coeur y el eco
21