Page 15 - revista juan tomis
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aquel pasillo en el que estaba el mimeógrafo en el   cuando estos habían, o cuando ya no era posible ale-
          que se imprimían los boletines de la misa, la letra   gar el auxilio judicial que la norma permite; o cuando
          de los cánticos y todos los folletos de la actividad   la demora de este trámite significaba el incremento
          parroquial. En ese pasillo se grabó el sonoro tecleo   de una apremiante espera para alcanzar la solución
          de nuestra maquina de escribir (recuerden que aun   del problema.
          no había computadoras) en ese pasillo se delinearon
          muchos, si, muchos escritos relacionados con los ca-  Nuestro Párroco Juan Edmundo Tomis Stack, tenia
          sos de aquellos hermanos nuestros de los diferen-  un cúmulo de experiencias, de tal suerte que, con
          tes sectores y capillas de la parroquia que acudían al   relación al quehacer jurídico puedo decir que sólo
          consultorio para el tratamiento legal y alcanzar so-  necesitaba el Título de Abogado, él sabia lo que se
          lución a sus problemas de documentos, alimentos,   debe hacer, sabia cómo se debe defender los dere-
          contratos, propiedad, reclamos laborales, conflictos   chos de la gente, sabía como preservar los derechos
          de orden familiar y asuntos penales.            de SU FAMILIA DE DIOS. Algunas veces me acompa-
                                                          ñaba, dicho de mejor manera, compartíamos aseso-
          Debo confesarles que en lo que va de  mi ejercicio   ramiento.
          profesional, no he tenido tantos casos, como aque-
          llos años, en los que, como estudiante y bachiller en   En  di-             ferentes  ocasiones
          derecho, me tocó atender en el consultorio                                  acudíamos  con  él
          jurídico de la parroquia. Pa-                                                a  las  oficinas  de
          dre Juan Tomis                                                               la  Policía  de  In-
          “marketeaba”                                                                  vestigaciones  del
          el  consultorio                                                               Perú, hoy DIVIN-
          al  punto  que                                                                 CRI; el Reveren-
          teníamos   una                                                                 do  conocía  a
          numerosa y envi-                                                                tantos  policías
          diable “clientela”.                                                             y oficiales que
                                                                                           todos  venían
          El  consultorio  se                                                              a  saludarlo.
          inició con tres ope-                                                              Dos   veces
          radores, Padre Juan                                                               tuve  el  pre-
          que era el promotor                                                               ciado honor
          y  orientador  de  los                                                             de  ser  su
          usuarios.  La  invita-                                                             abogado,
          ción  que  él  extendía                                                            una    vez
          a  los  “clientes”  era                                             cuando aún nos obsequiaba
          garantía de la solución                              su viva presencia, y fue en las oficinas de la
          de  sus  problemas.  Yo,              por  mi   PIP para realizar un descargo de rutina por hechos
          parte, me encargaba de  la implementación de las   en los que no concurría dolo alguno; y la otra opor-
          acciones y trámites legales de cada caso; y como era   tunidad fue cuando tuve que realizar las gestiones
          necesario contar con la autorización de un abogado   y trámites para el otorgamiento de la autorización
          colegiado, dado que aún no ostentaba mi título, tuvi-  para que sea sepultado en la parroquia. Sobre este
          mos el valioso apoyo de la Doctora Maria Antonieta   hecho, nos compartía Padre Fernando Basadre S.J.,
          Arroyo Pino, a quien por su ayuda y orientaciones le   que Monseñor Ignacio de Orbegozo mencionó que
          prodigamos aprecio, gratitud y respeto por su solida-  si la voluntad de Padre Juan Tomis era tener sepultu-
          ria contribución con el proyecto.               ra en su parroquia, eso había que hacer.

          Hay muchos detalles que se asocian al consultorio   Padre Juan y este apostolado me enseñaron que un
          jurídico, uno de los mas importantes es que a pe-  abogado posee la suficiente capacidad para delinear
          sar de las franciscanas condiciones del mobiliario e   su camino de salvación, en tanto sea solidario con
          infraestructura, nuestra producción jurídica gozaba   los pobres y humildes; en tanto sirva con gratuidad a
          de eficiencia y eficacia. Solucionábamos problemas   los desposeídos, en la medida en que muestre a los
          de la mejor manera y con el menor costo, bueno, a   demás el rastro de Cristo para poder seguirlo. Gra-
          veces o muchas veces, Padre Juan Tomis  asumía el   cias Padre Juan.
          costo de los gastos judiciales, o de las publicaciones,

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