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Juventud Inquieta Cristiana “JIC”
¡Quien pudiera volver a ser Joven!
Por: Martha Pezo de Marín
s una misión imposible volver a ser joven, pero de los Estados Unidos para apoyarlo en esta misión.
se hace posible al recordar eventos agradables El grupo crecía y la amistad de sus integrantes se hacía
que marcaron nuestra vida especialmente en más sólida al punto que casi pasábamos todo el fin de
Elos años de juventud. semana juntos entre reuniones y yendo de un lugar a
otro. Nuestras reuniones eran los viernes por la no-
Eso es lo que trataré de hacer al escribir estas líneas che donde teníamos estudio de la Biblia, algún tema
como un homenaje al que fuera gestor del grupo “Ju- de formación juvenil, planeamiento de actividades de
ventud Inquieta Cristiana” (JIC ), nuestro querido y servicio y diversión. Al final de la reunión, nos quedá-
recordado Padre Juan Tomis de quien estamos cele- bamos jugando afuera en la cancha hasta cansarnos;
brando 25 años de su fallecimiento. A pesar de que él nos divertíamos con el famoso “mata-gente”, las ron-
no estuvo directamente a cargo del grupo por sus múl- das pateando una pelota que no debía salir del círculo
tiples ocupaciones como párroco, nunca dejó de estar o si no perdías, “inmóvil”, “reloj” y tantos otros juegos.
al pendiente de nosotros los jóvenes y así lo sentimos Eran cosas simples que nos hacían felices y que tal vez
a través de su constante presencia física y espiritual ya se perdieron.
propias de un “Padre”.
Los sábados por la mañana íbamos a dar clases de ca-
La Parroquia “San Juan María Vianney” que se había tecismo a los niños del P.J. Túpac Amaru en el taller de
fundado sólo unos 2-3 años antes, debía tener un gru- carpintería de un señor que muy amablemente nos ce-
po de jóvenes para formarlos en la fe católica y diri- dió su local para esto. Recorríamos las calles cantando
girlos hacia un futuro de hombres y mujeres de bien. e invitando a los niños a asistir a las clases de catecis-
Ahora vemos esos frutos con matrimonios sólidos y mo. En verano hacíamos paseos de playa o campes-
vocaciones profesionales, sacerdo- tre. Los domingos asistíamos a la
tales y religiosas. misa en la capilla del lugar donde
vivíamos para tocar guitarra y
Es así como nace el JIC con sólo un cantar en el coro que animaba la
puñado de jóvenes con la inquietud misa. A medio día nos reuníamos
propia de los años mozos, de allí su en el canal de televisión. para la
nombre. Cabe mencionar aquí la misa que el P.Juan daba por los
gran labor que en sus inicios tuvo la enfermos. De allí corríamos a al-
Madre Louis Maria Abenanti, quien morzar a nuestras casas y en la
por invitación del P. Juan llegó des- tarde íbamos a visitar a los enfer-
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