Page 1299 - El Señor de los Anillos
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antiguo, en la lengua no menos que en otros asuntos. Los Eldar, que por sobre
      todo eran hábiles con las palabras, dominaban múltiples estilos, aunque hablaban
      con un máximo de naturalidad en el modo que más se aproximara a su propio
      lenguaje, aun más antiguo que el de Gondor. También los Enanos la hablaban con
      habilidad, adaptándose sin trabajo a la compañía de los Eldar, aunque algunos
      opinaban que la pronunciación era algo gutural y áspera. Pero los Orcos y los
      Trolls hablaban a su antojo, sin amor por las palabras ni las cosas; y su lenguaje
      era de hecho más degradado e inmundo que lo que he mostrado. No creo que
      nadie desee una transmisión más fiel, aunque no es difícil encontrar ejemplos.
      Todavía suele oírse un modo de hablar semejante entre gente de mentalidad no
      muy  distinta  de  la  de  los  Orcos;  monótono  y  repetitivo  de  odio  y  desprecio,
      demasiado alejado del bien como para retener siquiera fuerza verbal, salvo para
      los oídos de aquellos a los que sólo lo sórdido resulta vigoroso.
        Traducciones  de  este  tipo,  por  supuesto,  son  frecuentes  por  inevitables  en
      cualquier narración que trate del pasado. Rara vez van más allá. Pero yo las he
      dejado atrás. También he traducido todos los nombres en Oestron de acuerdo con
      su sentido. Cuando en este libro aparecen nombres o títulos ingleses [castellanos]
      esto  significa  que  los  nombres  en  Lengua  Común  eran  corrientes  por  ese
      entonces,  además,  o  en  lugar  de,  los  que  aparecen  en  lenguas  extrañas  (de
      ordinario élficas).
        Los  nombres  Oestron  eran  por  regla  general  traducciones  de  otros  más
      antiguos: como Rivendel, Fontegrís, Cauce de Plata, Playa Larga, El Enemigo, la
      Torre Oscura. La significación de algunos difería: como Monte del Destino para
      Orodruin, "montaña ardiente", o Bosque Negro para Taur e-Nadaedelos, "bosque
      del  gran  temor".  Unos  pocos  eran  alteraciones  de  nombres  élficos:  Lune  y
      Brandivino, por ejemplo, derivaban de Lhûn y Baranduin.
        Este  procedimiento  necesita  quizá  de  una  cierta  defensa.  Me  pareció  que
      presentar  todos  los  nombres  en  su  forma  original  habría  oscurecido  un  rasgo
      esencial de esos tiempos tal como lo percibían los Hobbits (cuyo punto de vista
      quise  preservar  por  sobre  toda  otra  cosa):  el  contraste  entre  una  lengua
      ampliamente difundida, tan ordinaria y habitual para ellos como es para nosotros
      el inglés [el castellano], y los restos vivientes de lenguas mucho más antiguas y
      venerables.  Si  todos  los  nombres  se  transcribieran  tal  cual,  serían  igualmente
      remotos para el lector moderno; por ejemplo, si el nombre élfico Imladris y la
      traducción  Oestron  Karningul  se  hubieran  dejado  los  dos  inalterados.  Pero
      referirse  a  Rivendel  como  Imladris,  sería  como  llamar  hoy  Camelot  a
      Winchester,  excepto  que  la  identidad  era  indudable,  mientras  que  en  Rivendel
      vivía aún un señor de renombre, mucho más viejo de lo que sería hoy Arturo si
      fuera todavía rey en Winchester.
        Para el nombre de la Comarca (Sûza) y todos los otros lugares de los Hobbits,
      se han adoptado, pues, formas inglesas[castellanas]. Esto rara vez resultó difícil,
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