Page 21 - III Concurso Literario
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Retrocedimos  buscando  la  otra parte de  la  piedra  pero  nos tomamos  con un  amigo  de
                  Martín, su nombre era Eloy y er aun tritón. Él nos dijo si queríamos ir a merendar a su
                  casa, le dijimos que sí, pero la mamá de Eloy me dijo que mi cola de sirena se estaba
                  deshaciendo y que en poco tiempo me convertiría en humana otra vez y me ahogaría. Yo
                  le pregunté si eso tenía alguna solución, y me dijo que sí, pero tenía que ir al doctor, yo le
                  pregunté si me podía llevar, y ella amablemente me dijo que sí.

                  Mis nuevos amigos me preguntaron si estaba bien, yo les dije que sí, que no sentía nada
                  pero  que  la  mamá  de  Eloy  me  iba  a  llevar  al  doctor.  Ellos  le  preguntaron  a  Amalia  si
                  podían venir conmigo, ella les dijo que sí pero sólo si se portaban bien.

                  Y así fue como casi me ahogo en el lago de agua roja, pero por suerte Amalia me llevó a
                  tiempo  al  doctor.  El  doctor  me  dijo  que  estaba  todo  bien,  sólo  tenía  que  tomar
                  medicamentos para curarme. Los chicos se habían asustado, pero cuando el doctor les
                  dijo  que  estaba  todo  bien  se  tranquilizaron.  Entonces  volvimos  a  la  casa  de  Eloy,
                  merendamos, y cada uno siguió su camino tratando de encontrar la guarida de Ezequiel.
                  Como  había  tomado  medicamentos  me  quedé  en  reposo  en  la  casa  de  Eloy,  como  el
                  doctor me había indicado. Eloy también se quedó conmigo.

                  Yo estaba aburrida hasta que me llegó una llamada de Martín, que había encontrado la
                  guarida, y me mandó un mapa en una botella, yo lo seguí como me indicaba. Y todos nos
                  volvimos a encontrar en la guarida.

                  Ellos me preguntaron si me quería quedar con la cola de sirena a vivir con ellos. Y les dije
                  que  me  divertía  mucho  con  ellos  pero  extrañaba  a  mi  familia,  entonces  lo  entendieron
                  porque lo habían vivido.

                  Ellos me preguntaron si me podía quedar un día más, pero en ese momento fue que me
                  di cuenta que era el cumple de mamá y no tenía ningún regalo para ella. Les pedí a los
                  chicos que me ayudaran a pensar qué le iba a regalar y ellos me dieron una idea muy loca
                  pero muy buena. Era la de traerla al fondo del mar (con el resto de mi familia), darle un
                  ramo de algas y una torta a prueba de agua. Les presentaba a mis nuevos amigos y luego
                  nos íbamos (mi familia y yo).

                  Después  de  una  larga  charla,  todos  empezamos  a  trabajar,  Martín  estaba  haciendo  la
                  torta, María las algas, Ezequiel limpiaba su guarida mientras yo estaba trabajando en las
                  decoraciones. Nos divertimos mucho preparando la fiesta de cumpleaños de mi mamá.
                  Pero  lo  mejor  fue  cuando  Martín  terminó  la  torta  y  con  lo  que  sobró  hicimos  una  mini
                  guerra, hasta que María se tropezó con una piedra: ¡era la que decía los tres retos!

                  Nosotros  estábamos  súper  emocionados  por  ver  cuáles  eran  los  retos,  pero  entró  la
                  mamá de Ezequiel y no nos dejó ver la piedra porque dijo que nos podíamos cortar, yo le
                  dije que era una piedra y no un vidrio.

                  Al final nos dejó leer, pero con mucho cuidado, y decía:

                      1.  RECOJAN CINCO ESTRELLAS DE MAR DORADAS Y TRES PLATEADAS
                      2.  ENCUENTREN  SIETE  ALGAS  MULTICOLORES  Y  CREEN  UNA  PINTURA  DE
                         DISTINTOS COLORES.
                      3.  ENCUENTREN UNA CAJA PERDIDA Y PONGAN ALLÍ TODAS LAS COSAS.
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