Page 6 - Un camino monástico en la ciudad
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Un camino monástico en la ciudad
 Alegría, amor, comunión, presencia, oración, trabajo y acogida, son   Todas las formas de vida consagrada, tanto contemplativas como
 los temas sometidos a meditación y al reto de una encarnación cohe-  activas, me parece que pueden sacar provecho de este libro de vida
 rente en el contexto de las ciudades de nuestra época, un rasgo singu-  que recuerda que toda misión social pertinente a los ojos del mundo
 lar de este monacato moderno que no tiene otra clausura que la deci-  está enraizada en el carisma fundamental de la consagración a Dios.
 sión de pertenecer a una fraternidad de hombres y mujeres; sin ser   De ahí la promoción del silencio, de la adoración, de la alabanza y de
 mixto, pero con una liturgia común al servicio de la alabanza que la   la acción de gracias, características estas, a veces descuidadas, pero
                      Muestra gratuita
 humanidad debe a su Dios.  transversales a toda forma de consagración. Esta fuerte orientación
 Se trata de una regla de vida para una comunidad precisa que se carac-  teologal protege el carácter profético de la vida consagrada que ema-
 teriza por el hecho de ser urbana, en régimen de alquiler, asalariada, sin   na precisamente del testimonio de la caridad de Dios y de su opción
 clausura mural, fuertemente insertada en la Iglesia local tal como indica el   preferencial por los pobres a la manera de Jesucristo, para que esos
 Concilio Vaticano II. Este estilo de vida resulta equilibrado por el hecho de   pobres sean amados a través de las obras de misericordia, por la inter-
 que su identidad monástica está claramente afirmada por la profesión de   cesión de contemplativos o por toda clase de sufrimiento solidario o
 votos y el testimonio comunitario de la alabanza litúrgica, mientras que el   substitutivo que se soporta por amor del Crucificado-Resucitado.
 trabajo, a tiempo parcial, en la ciudad, amplía la función social del carisma.  Se debe tener en cuenta que su primera “misión” consiste en el Ofi-
 El gran mérito de tal resumen de sabiduría monástica consiste en   cio litúrgico polifónico cuya belleza atrae al mundo y le invita a la inti-
 despertar la imagen de Dios en el hombre y la mujer, así como su vo-  midad de amor del Esposo y la Esposa, que se deja entrever en el can-
 cación al diálogo y a la comunión. De ahí el valor reafirmado de una   to armonioso de voces masculinas y femeninas unidas.
 fuerte vida comunitaria y fraternal, participando solidariamente en las   En la sinfonía de carismas que embellecen la sacramentalidad de
 condiciones existenciales padecidas en las ciudades de nuestro tiem-  la Iglesia en nuestra época, este Libro de Vida describe por tanto una
 po. Se saborea la alegría de ser cristiano, la conciencia viva del bautis-  forma de vida evangélica nueva y antigua a la vez. Basta con volver a
 mo y de la vida consagrada como llamada al don de sí, más que un   leer las razones que motivan la magnífica elección del bello nombre
 ideal a perseguir. Se respira una atmósfera virginal y nupcial, sin ambi-  de “Jerusalén” para emocionarse y dejarse llevar por el movimiento
 güedades, donde brillan el sentido de lo esencial y un abandono a la   espiritual de este carisma original y fecundo. Algo profundo y verda-
 misericordia que excluye todo proselitismo. ¡Qué presencia evangeli-  dero ha pasado en el alma de fuego de este sacerdote parisino para
 zadora la de estos monjes y monjas sin pretensiones que, en la calle o   que otros corazones se inflamen con la misma llama y se reúnan en
 en el metro, oran sin cesar y sonríen a todo el mundo!  fraternidades monásticas y apostólicas bajo la guía maravillosa de la
 El Libro de Vida de Jerusalén anticipa de alguna forma la Exhorta-  Madre de Dios.
 ción Apostólica Gaudete et Exsultate del papa Francisco: una interpe-  Monjes y monjas de Jerusalén, vuestro arrobamiento delante de la
 lación a seguir a Cristo, más que una doctrina de la santidad. Aunque   Gloria trinitaria del corazón traspasado de Jesús sobrepasa toda expli-
 fuera escrito en un estilo personal y para una comunidad particular,   cación, pero a quien quiere entenderlo ¿no da, él mismo, explicación
 este libro conserva un valor universal, pues transmite con lenguaje ac-  del sentido último de la vida? Amar, ser amado y hacer amar al Amor,
 tual una visión probada y reconocida que puede guiar a laicos, religio-  como decía maravillosamente santa Teresa del Niño Jesús. Dios sea
 sos y sacerdotes en la vía de las bienaventuranzas de Jesús que el Santo   alabado por vuestra existencia y por alimentar la llama de la Esperan-
 Padre ha colocado en el centro de la vocación universal a la santidad.  za del Reino “en el corazón de las ciudades en el corazón de Dios”.

               © narcea, s. a. de ediciones                                    9
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