Page 14 - tan bueno como el pan

III

Un frustrado intento de misión

a Congregación Salesiana iba creciendo. En 1872, Don Bosco y la madre María
Mazzarello fundaron el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora (las Salesianas),
Lintegrado por religiosas. Su objetivo era que ellas realicen, entre las señoritas, el
mismo trabajo educativo y pastoral que los Salesianos hacían entre los muchachos.

Salesianos y Salesianas fueron abriendo casas en la Italia unificada. Después en otros
países de Europa, como Francia, pero Don Bosco soñaba con América.
En 1875 envió a Argentina a la primera expedición misionera. La segunda zarpó
rumbo a Uruguay en 1876. En 1877, Don Bosco planificó la tercera con refuerzos para los
misioneros de las anteriores expediciones.

Por aquel entonces Carlos Pane, de 21 años, aún no era sacerdote. A pesar de eso fue
elegido por Don Bosco para integrar esa tercera expedición, que partiría rumbo a Buenos
Aires, la capital argentina. El jefe de la expedición sería el padre Santiago Costamagna.
La integraban jóvenes salesianos, como el padre José Vespignani, hermano del también
salesiano Ernesto Vespignani, futuro arquitecto de la Basílica de María Auxiliadora que
construiría Pane en Lima muchos años después.

Pane y los demás misioneros se prepararon para esta importante experiencia. Recibieron
clases de español y realizaron ejercicios espirituales. Ser misionero implicaba una gran
responsabilidad.

Finalmente, el 7 de noviembre de 1877 tuvo lugar la solemne ceremonia de despedida en
la Basílica de María Auxiliadora de Turín, al costado del Oratorio de Valdocco. El templo
lucía repleto. Sentado en una de las bancas, Pane escuchó a Don Bosco explicar desde el
púlpito lo que significaba ser un misionero:

“¿Saben lo que significa la palabra “misión”? ¿Ser misionero? Quiere decir “ser enviado”,
del mismo modo en que Jesús enviaba a sus apóstoles. Así el Papa envía sacerdotes a una

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