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Georgeos Díaz, como he comentado, ha encontrado la Atlántida de Platón -no demasiado antigua en
comparación, sólo entre 10 y 14 mil años- a varias decenas de metros bajo el mar. Y muchas de esas
construcciones cuentan con pirámides, como la de las Bermudas, que se encuentra coronada con un
castillejo de piedra, aún soportando estoicamente el paso de los milenios bajo el agua. Sirvan estos
casos como ejemplo para tener una idea de dónde pueden haber quedado las antiguas ciudades. No
quiero abundar en los cientos de misterios de los que hay miles de libros ya publicados, por lo que
dejaremos asuntos como las líneas de Nazca, las crónicas de Vimanas de los libros sánscritos, los
aviones chinos de hace cinco mil años, los aeromodelitos encontrados también en Egipto y cosas como
para escribir varios libros sin necesidad de mencionar extraterrestres ni buscar explicaciones
extradimensionales. Así que volvemos al más grande y monumental de los objetos imposibles y/o
"anacrónicos" según la actual mentalidad: En las pirámides también se ha encontrado objetos
anacrónicos como trozos de hierro, incrustados en las rocas más antiguas. ¿No dice la arqueología
oficial que los egipcios no conocieron el hierro hasta épocas muy tardías?
Aunque las grandes urbes del pasado hayan quedado sepultadas a centenares de metros, destruidas por cataclismos
planetarios (naturales o provocados), o perdidas en los profundos abismos oceánicos, todos estos objetos nos prueban
que existieron desarrollos científicos y tecnológicos tanto o más avanzados que los nuestros en épocas de las que apenas
tenemos idea. También sobran evidencias de que en la época en que los dinosaurios asolaron la Tierra, había hombres.
No sólo hay pruebas de dibujos, como las piedras de Ika, que presentan gráficos de hombres luchando contra dinosaurios.