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También hay pruebas más de fondo, menos rebatibles y de cuya autenticidad no puede dudarse, como huellas humanas
en las rocas que hace 200 millones de años eran barro, o como es el caso de la propia genética de los grandes saurios.
Expertos de élite en genética -como la Dra. Yamila Botuque y el Dr. Alberto Bugarín- aseguran que los grandes saurios
sólo pudieron haber existido gracias a manipulaciones genéticas específicas, no por productos de evolución o por
supuestos "ensayos" de la Naturaleza. Ni la gran cantidad de especies de monstruos prehistóricos ni las funciones y
"parches" fisiológicos de algunos órganos en muchos de ellos, son explicables como producto del azar, pero tampoco
como producidos por la adaptación, la selección o cualquiera de las leyes del Principio Vida. Todo apunta a que fueron
creados como máquinas y armas biológicas, que luego escaparon al control de sus creadores y manipuladores, para
exterminar toda la civilización, con excepción de los grupos muy aislados y los de poder tecnológico, que habrían sido los
que dejaron varios legados civilizatorios, aunque sin la infraestructura suficiente para reproducir la tecnología en gran
escala. ¿Se imagina el Lector que se haga realidad el potencialmente factible Parque Jurásico?. Unos pocos huevos
colocados en ciudades enemigas harían un desastre equivalente a un bombardeo formidable, pero el riesgo de
"contaminación biológica" sería más controlable para el atacante. La nanotecnología actual, mucho menos “monstruosa”
que los grandes saurios, nos presenta un cuadro de riesgo mucho peor. La enigmática desaparición en un corto tiempo de
todos los grandes monstruos, bien pudo deberse a la entropía de sus propias especies, que cuando acabaron con el
alimento disponible se comían entre ellos y hasta a sus propias crías, pero también pudo tratarse de una masacre
provocada por los humanos supervivientes, usando técnicas biológicas. Aunque no hay aún indicios de grandes epidemias
que pudieran diezmarlos a todos, no es descartable que algún tipo de virus -o unos cuántos, imposibles de hallar en
fósiles- los hayan exterminado. Eso es mucho más factible que un gran impacto cometario u otras teorías de las cuales no
hay realmente muchas bases probatorias, sino muestras de esos impactos que sólo pudieron tener efectos regionales muy
limitados.
Analizando estas cuestiones con objetividad, sin delirios místicos ni improbables visitas extraterrestres, sobran
elementos de juicio para decir que los constructores de pirámides pudieron perfectamente ser tan terrícolas como los
materiales empleados, toda vez que aunque no queden en pie sus grandes ciudades (si es que los antiguos también
cometían nuestras locuras urbanísticas), han quedado las construcciones más emblemáticas y universalmente útiles: Las
Pirámides, que fueron colocadas en los sitios más estables del planeta desde el punto de vista magnético y posiblemente
también en lo geológico.
Si nos atenemos a la progresión de hallazgos en China, México y Perú, podemos suponer que la cantidad de pirámides
que existieron en algún momento supera nuestra imaginación. Teniendo en cuenta la leve desviación en la orientación de
la G.P. a pesar de encontrarse en la isogona menos variable y los ciclos de declive del polo magnético norte, los geodestas
-con algunas escasas diferencias- deducen que se trazó la orientación, es decir que se planificó su construcción, hace
28.000 años. Algunos sostienen que esa desviación, de tan sólo 0º 5' 31", es coincidente con la deriva continental de
África, que se desplaza lentamente girando desde su centro. No es una teoría descabellada, aunque se carece de
elementos probatorios, pero concuerda con la teoría de los geodestas que sostienen lo de la orientación primaria. Bajo
estas apreciaciones de gente muy detallista y exacta a la hora de medir y calcular, más la opinión de geólogos expertos en
petrología, la historia de las pirámides se remonta a un tiempo siete veces más antiguo que el pregonado oficialmente.
Para finalizar este capítulo histórico, volvamos un momento a la burda idea de las tumbas, con la contundencia de la
lógica más elemental: Las cámaras están cerca de la mitad de la altura... De modo que si el supuesto "cadáver" debía ser
colocado allí antes de echar encima el resto de la mole, la "sepultura" propiamente dicha demoró más de siete años (según
los arqueólogos oficiales) y más de 700 años según los ingenieros, de acuerdo a los medios de que disponían, también
según los arqueólogos, con las reservas propias de que a pesar de que hubieron tardado ese tiempo, hay factores
tecnológicos sin resolver. El caso es que no cuadra en la teoría fúnebre, que hayan hecho pasillos tan estrechos que
resultan incómodos para una persona, por lo que es ridículo pensar que estuvieran hechos para trasladar un ajuar fúnebre
o entrar un cortejo. Pero aquí lo más contundentemente lógico: Tampoco cuadra el hecho de que se haya calculado un
encaje tal para que no entren profanadores, ni cosa por el estilo. Si realmente hubiese sido pensada la G.P. (o cualquiera)
como tumba NO HABRÍAN PASILLOS NI ESCALERAS...
Simplemente una cámara - ¡Y no varias! -, dentro de una mole inexpugnable de bloques. Los pasillos -necesarios sólo al
principio- habrían sido absolutamente tapiados luego de dejar al cadáver ocupante, rellenados desde las cámaras hasta la
salida con bloques imposibles de extraer, para que no existieran más esas cavidades, en vez de cerrar sólo la entrada,
arriesgando a que los profanadores (ladrones o arqueólogos) la encuentren.
El pretexto del Ka (alma) que debe salir por los "conductos de ventilación", invalida la suposición de que los egipcios
creyeran que los muertos pueden volver a la vida con el mismo cuerpo. En tal caso habrían usado las pirámides para
momificar los cadáveres completos, en vez de extraer el cerebro y todas las vísceras, excepto el corazón, para luego
enterrarlos en otros sitios que nada tienen que ver con los templos, los palacios o las pirámides.
Es posible (habría que profundizar mucho más para establecer esto) que en alguna época existieran técnicas
criogénicas, pero no con frío, sino con latencia vital en las pirámides. Del mismo modo que se mantienen latentes y