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Pero lo peor para nuestra civilización es que existe gran cantidad de humanos "parásitos", es decir mucho peores que
los mal alimentados. Estos parásitos (entre los que se encuentra la mayoría de los políticos sirvientes de la economía
globalista) lo son psicológica, moral y energéticamente hablando y existen en mayor cantidad de lo que el ecosistema
antropológico puede soportar. Estos son los verdaderos "vampiros", que cuando tienen actividades corrientes consumen la
bioenergía de sus familiares, amigos y compañeros de trabajo, pero cuando tienen algún poder económico y/o político
consumen la energía de la sociedad y más aún de sus allegados y subordinados. Como auténticos esclavistas que suelen
ser, es normal que sus taras psicológicas extremas (aunque disimuladas) produzcan una reacción dentro de la pirámide.

Curiosamente, muchos jerercas de la economía mundial usan pirámides como
símbolo en sus fines políticos y económicos, pero ninguno que conozcamos
duerme en una pirámide. En teoría, la pirámide sería extremadamente beneficiosa
en lo físico, pero hay algo que no deja usarlas a la mala gente. Hay gente muy
rica usando pirámides y no tienen problema alguno, por eso es importante
diferenciar entre "ricos" y "mala gente", rompiendo el tópico de masas de que todo
rico debe ser malo. En cómo obtenga su riqueza y cómo la use, está el kid de la
cuestión.