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Bien sabemos que el cuerpo emocional es de naturaleza magnética,
                                                   por  lo  tanto  es  afectado  dentro  del  campo  piramidal  como  cualquier
                                                   organismo. Los "yoes psicológicos" son los parásitos de la mente y del
                                                   cuerpo emocional. Cuando la persona está demasiado infectada, en vez
                                                   de sentirse a gusto en una atmósfera magnéticamente armónica, sentirá
                                                   lo contrario.

                                                       En  realidad,  lo  que  sucede  es  que  la  pirámide  coadyuva  a  la
                                                   eliminación de esos parásitos psíquicos del mismo modo que mata a los
                                                   parásitos  orgánicos,  pero  la  inteligencia  inmanente  en  los  falsos  egos
                                                   hace que la persona deteste a la pirámide, en vez de seguir usándola
           para  modificar  y  purificar  su  personalidad.  Todo  el  mundo  tiene  falsos  egos  que  la  energía  piramidal  puede  ayudar  a
           combatir, pero cuando una persona no soporta el campo magnético piramidal, es porque la infección psíquica que tiene es
           tan grande que le ha convertido, como dijera Jesús de Nazaret, en "una legión de demonios", que hacen del individuo un
           parásito social. Entonces en las personas parásitas ocurre lo mismo que en las bacterias de igual tendencia. La Ley de
           Analogía funciona inexorablemente en todos órdenes del Universo, con más razón en las pirámide, que abarca con su
           función magnética el más amplio espectro magnético conocido.

               Un investigador holandés ha trabajado mucho en este asunto y han pasado varios miles de personas por su laboratorio.
           Dice que las malas personas no soportan las pirámides, y está haciendo testeos a los voluntarios. Entran en una de las
           suyas y la mala gente sale espantada. Según su estadística ocurre en una de cada cuatrocientas personas, y se tomó el
           trabajo  de  hacer  averiguaciones,  constatando  que  se  trata  de  personas  realmente  detestables  y  de  mentalidad
           extremadamente egoísta y los dos primeros que fueron investigados eran avaros compulsivos. En mi laboratorio, en seis
           años entraron más de doscientas personas. Sólo una no soportó la energía piramidal. Entró burlándose de su amigo que le
           había llevado (indirectamente se burlaba de la cuestión piramidal) y ante la insistencia de él, accedió a entrar. No estuvo
           más de tres minutos y se empezó a poner histérico, pero salió espantado, no enojado. Salió y se tocaba el cuerpo, como si
           le faltara algo. Luego se fue sin siquiera saludar, pero su amigo nos comentó tiempo después que había roto relaciones por
           diversas causas.

               También tuve un cliente al que monté una pirámide y poco tiempo después la desmontó. Me había confesado que había
           hecho cosas aberrantes en extremo muchas veces (un poco como descarga psicológica, un poco como vanagloria de sus
           atrocidades), y francamente pensé que no podría usar la pirámide mucho tiempo. Así fue. Estos hechos nos demuestran
           que hay una selección lógica. En la medida que las civilizaciones fueron pervirtiéndose, ya sea por guerras -que llenan de
           odios  a  los  países-,  la  "dineralización"  con  sus  funestas  consecuencias  morales  hasta  en  las  propias  familias,  las
           aberraciones éticas de toda clase en la que han caído por diversas razones los pueblos en todas las épocas, las pirámides
           y sus mejores efectos se fueron olvidando.

               Hoy  resultan  inconvenientes  para  los  grandes  capitales  invertidos  en  la  industria  farmacéutica.  Cada  persona  que
           empieza a dormir en una pirámide es un paciente menos para muchas consultas, es un consumidor menos de antibióticos,
           de antiinflamatorios y paliativos para el reuma y muchas otras enfermedades que jamás podrá tener y si las tiene se curará
           sin comprar medicamentos. Hace unos veinte años un lobby de capitalistas farmacéuticos hizo una investigación sobre
           pirámides utilizando a varias universidades de USA, Brasil e Inglaterra, con objetivos específicos diferentes, a fin de no
           dejar demasiados datos juntos a algunas personas. Los resultados fueron tales que estuvieron a punto de orientar sus
           inversiones a esta "novedad", pero tras cuidadosos análisis financieros, llegaron a la conclusión que aunque se vendieran
           cien millones de pirámides significaría para ellos una pérdida a largo plazo. No hay recambio ni "mercado cautivo".

               En  cambio  un  paciente  crónico  es  una  minita  de  oro  que  será  exprimido  hasta  el  día  en  que  muera.  Esto  me  lo
           confesaba justamente un participante de ese lobby, del que finalmente decidió retirarse ante la inhumanidad imperante en
           las altas esferas financieras y farmacéuticas. Me advirtió de que habrían sin duda, campañas de desinformación, utilizando
           incluso a famosos científicos para meter miedo sobre el uso de pirámides, así como se pondrían en el mercado libros
           destinados  a  distorsionar  la  cuestión,  creando  falsas  expectativas,  exagerando  los  beneficios,  presentándolas  como
           panaceas absolutas o como elementos peligrosos. En cierta medida, he podido comprobar que lo que este amigo me dijo
           hace quince años, se ha dado aunque no hayan hecho campañas realmente grandes.

               Sin embargo, el impacto distorsivo de la bibliografía de los teóricos y las difamaciones, calumnias y ataques en internet,
           ha dado sus resultados. Hay "creyentes" en las pirámides, como si de objeto de adoración se tratase, y hay miedosos de
           sus efectos. Afortunadamente, mucha gente está usándolas ya y promueven su uso evidenciando buena salud y ningún
           efecto negativo, aunque sus efectos mejores sean lentos en manifestarse, salvo que se padezca de reuma o infecciones,
           donde el efecto es notable a corto plazo.

               Cabe advertir que hay algunos procesos un tanto dolorosos en los tratamientos con la pirámide propiamente dicha, por
           causa del proceso de reversión o curación de las dolencias, tal como he explicado ya.
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