Page 154 - El Necronomicon
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Y cuando se vean cometas cerca de la Estrella SIRIO, apare-
cerán grandes dificultades en las casas de los reyes, y los her-
manos se alzarán contra los hermanos, y habrá guerra y enfer-
medades. Y en ello los adoradores del Perro se regocijarán, y re-
cogerán los restos de estos conflictos, y engordarán.
Sí os encontrarais con un Culto de estos en medio de sus Ri-
tuales, ocultaos bien para que no os vean; de lo contrario, os ma-
tarían y os convertirían en sacrificio para sus Dioses, y vuestro
espíritu se hallaría en grave peligro, y el aullido de los lobos sería
para vosotros y el espíritu que huye, el vuestro. Esto es, siempre
que tengáis la suerte de morir rápidamente, pues estos Cultos
disfrutan con el derramamiento de sangre, del cual obtienen mu-
cho poder y fuerza en sus Ceremonias.
Vigilad bien, sin embargo, todo lo que hagan y todo lo que di-
gan, y escribidlo en un libro que nadie vea, tal como he hecho yo,
porque os servirá bien en algún momento futuro, cuando los re-
conoceréis por sus palabras y sus actos. Y podéis procuraros
amuletos contra ellos, gracias a los cuales, quemando los Nom-
bres de sus Dioses sobre pergamino o seda en un caldero de
vuestra propia fabricación, sus hechizos quedan inutilizados y
cancelados. Y vuestro Observador llevará el hechizo quemado
hasta su altar, donde lo depositará, y ellos tendrán mucho miedo
y abandonarán sus prácticas durante un rato, y sus piedras se
resquebrajarán, y sus Dioses se encolerizarán con sus sirvientes.
Escribid el libro y guardadlo bien, y cuando llegue la hora de
vuestra partida, tal como ahora es la mía, pasará a las manos de
aquellos que mejor podrán emplearlo y que son leales sirvientes
de los Dioses Mayores, los que jurarán guerra eterna contra los
demonios rebeldes que son capaces de destruir las civilizaciones
del hombre.
Y si conocéis los nombres de aquellos que os pueden dañar,
escribidlos sobre figuras de cera hechas a su semejanza, sobre
las cuales volcaréis una maldición y derretiréis en el caldero que
habéis colocado dentro del MANDAL de protección. Y el Obser-
vador le llevará la Maldición a aquellos a los que ha sido proyec-
tada. Y morirán.
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