Page 38 - EL Historiador
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3.1. CRISIS PORFIRIANA ASPECTO
ECONÓMICO-SOCIAL
Al iniciarse el siglo XX el desarrollo
económico del porfirismo perdió impulso, la
tasa de crecimiento de la producción
industrial disminuyó, los productos agrícolas
como el maíz y el frijol aumentaron de
precio, lo que redujo el consumo interno de
la mayoría de la población hasta en un 57%.
Naturalmente el mayor peso de la crisis lo
resistieron los trabajadores.
La situación económica afectó principalmente a las clases bajas, que como siempre,
resistieron la crisis, agravándose los problemas sociales y políticos. Hacia 1907
muchas minas y fábricas textiles cerraron y despidieron a sus trabajadores. En el
campo los conflictos se generaron por el deslinde de terrenos baldíos, la
colonización, la desamortización de las tierras y el sistema de peonaje. En las zonas
urbanas, aumentó el desempleo, la prolongación forzada de la jornada de trabajo,
los despidos injustificados, la represión de los capataces. Pero a pesar de la represión
y de las prohibiciones se organizaron importantes huelgas así como numerosos
movimientos de rebeldía campesina, entre los que podemos mencionar a los Yaquis
y Mayas.
En México surgió una lucha obrera por salarios dignos, descanso dominical, jornada
de 8 horas, reglamentación del trabajo infantil y de la mujer, pago de
indemnizaciones por accidentes laborales, entre otras demandas. Así ferrocarrileros,
mineros, tabaqueros, panaderos, transportistas y trabajadores textiles formaron los
primeros sindicatos desafiando la prohibición establecida por el gobierno, algunos
de estos conflictos se convirtieron en verdaderas rebeliones, como la de los mineros
en Cananea, Sonora y la de los obreros textiles en Río blanco, Veracruz.