Page 282 - Dune
P. 282

Venid a mí, dulces brazos de mi amor.
               Para mí…
               Para mí, dulces brazos de mi amor.



               El cantante se interrumpió, alargó un vendado brazo y cerró los ojos al hombre de

           la litera.
               Halleck arrancó un último acorde del baliset y pensó: Ahora somos setenta y tres.















































































                                        www.lectulandia.com - Página 282
   277   278   279   280   281   282   283   284   285   286   287