Page 47 - Dune
P. 47

—Es una viejísima Biblia Católica Naranja hecha para viajeros espaciales. No es
           un  librofilm,  sino  que  está  impresa  en  papel  finísimo.  Posee  su  dispositivo  de
           aumento  y  un  sistema  de  carga  electrostática.  —Lo  tomó  para  mostrárselo—.  La

           carga la mantiene cerrada, atrayendo entre sí las tapas. Pulsando con el dedo en el
           lomo… así, las páginas seleccionadas por uno se repelen y el libro se abre.
               —Es muy pequeña.

               —Pero  tiene  mil  ochocientas  páginas.  Pulsad  con  el  dedo…  así,  eso  es…  y  la
           carga hace girar las páginas a medida que vais leyendo. No toquéis nunca las páginas
           con los dedos. La trama del papel es muy delicada. —Cerró el libro y se lo tendió a

           Paul—. Tomad.
               Yueh observó a Paul mientras éste ensayaba el accionamiento, y pensó: De este
           modo salvo mi conciencia. Le ofrezco la ayuda de la religión antes de traicionarle.

           Así podré decirme que ha ido donde yo no puedo ir.
               —Debe haber sido hecha antes de los librofilms —dijo Paul.

               —Es muy antigua, sí. Será nuestro secreto, ¿eh? Vuestros padres podrían pensar
           que es demasiado valiosa para un joven como vos.
               Y Yueh pensó: Seguramente su madre se preguntaría por mis motivos.
               —Bien… —Paul cerró el libro y lo sostuvo en su mano—. Si es tan valiosa…

               —Sed indulgente con el capricho de un viejo —dijo Yueh—. Me la ofrecieron
           cuando yo era muy joven. —Y pensó: Debo conquistar su mente al mismo tiempo

           que su codicia—. Abridla por el Kalima cuatrocientos sesenta y siete… donde dice:
           «El agua es el inicio de toda vida». Hay una pequeña marca en la tapa que señala el
           lugar.
               Paul  recorrió  la  tapa,  encontró  dos  marcas,  una  menos  profunda  que  la  otra.

           Oprimió  la  menos  profunda  y  el  libro  se  abrió  en  su  palma,  con  el  dispositivo  de
           aumento deslizándose hacia su lugar.

               —Leed en voz alta —dijo Yueh.
               Paul se humedeció los labios y leyó:
               —«Pensad  en  el  hecho  de  que  el  sordo  no  pueda  oír.  ¿Acaso  hay  alguien  que
           pueda decir que él no está sordo? ¿Acaso no nos falta un sentido para ver y oír el otro

           mundo que está a nuestro alrededor? Porque hay cosas a nuestro alrededor que no
           podemos…».

               —¡Basta! —gritó Yueh.
               Paul se interrumpió, mirándole.
               Yueh  cerró  los  ojos,  luchando  por  recuperar  su  aplomo.  ¿Qué  perversidad  ha

           hecho que el libro se abra sobre el pasaje favorito de Wanna? Abrió los ojos, y vio a
           Paul contemplándole desconcertado.
               —Lo siento —dijo Yueh—. Era el pasaje favorito de mi… difunta esposa. No era

           el que quería haceros leer. Despierta en mí recuerdos… dolorosos.




                                         www.lectulandia.com - Página 47
   42   43   44   45   46   47   48   49   50   51   52