Page 125 - Libros de Caballerías 1879
P. 125
' ;
"•
j^jgg fl <<1>
EL CASTILLO DE ARCALAUS
biendo las grandes caballerías que en la batalla hi-
ciera, era mucho movida a piedad del e de los otros
e luego puso en un cesto un barril de agua e otro
de vino e la empanada, e colgándolo por una cuer-
da, gelo dio, diciendo:
—Tomad esto y tenedme poridad; que si yo pue-
do, no lo pasaréis mal.
Amadís gelo gradeció mucho, y ella se fué. Con
aquello cenaron, e acostáronse en sus camas, e man-
daron a sus escuderos, que allí con ellos estaban,
que toviesen las armas en tal parte donde las falla-
sen; que si de hambre no morían, de otra manera
ellos venderían bien sus vidas.
Gandalín e Orfeo y el Enano fueron metidos en
la prisión que era deyuso de aquel sobrado donde
sus señores estaban, e hallaron hi una dueña e dos
caballeros; el uno, que era su marido e ya de días,
y el otro su fijo, asaz mancebo; e había un año
que allí estaban, e fablando unos con otros, dijo
Gandalín cómo viniendo en busca de los tres caba-
lleros de las armas de las sierpes, los habían pren-
dido.
—¡Santa María! —dijo el caballero— ; sabed que
esos que decís fueron en este castillo muy bien re-
cebidos, y estando dormiendo entraron aquí cuatro
hombres, e trayendo a derredor esta palanca de
hierro que aquí veis, bajaron con ella este sobra-
do; asi que, han recebido gran traición.
Gandalín, que muy avisado era, entendió luego
121