Page 74 - Vuelta al mundo en 80 dias
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Por fin la tempestad se apaciguó; el estado del mar se modificó en la jornada del 4 de
                  noviembre. El vien-to volvió dos cuartos al Sur y se tomó favorable.

                  Picaporte se serenó juntamente con el tiempo. Las gavias y foques pudieron desplegarse, y
                  el "Rangoon" prosiguió su rumbo con maravillosa velocidad.

                  Pero no era posible recobrar todo el tiempo perdi-do. Era necesario resignarse, y la tierra no
                  se divisó hasta el día 6 a las cinco de la mañana. El itinerario de Phileas Fogg señalaba la
                  llegada para el 5. Había, pues una pérdida de veinticuatro horas, y necesariamente se perdía
                  la salida para Yokohama.

                  A las seis, el piloto subió a bordo del "Rangoon" y se colocó en el puente que cubre la
                  escotilla de la maquina para dirigir el buque por los pasos hasta el puerto de Hong Kong.

                  Picaporte ardía en deseos de preguntar a ese hom-bre si el vapor de Yokohama había
                  partido; pero no se atrevió, por no perder la esperanza hasta el último momento. Había
                  confiado sus inquietudes a Fix, quien trataba, el zorro, de consolarlo, diciéndole que mister
                  Fogg lo arreglaría tomando el vapor próximo, lo cual daba inmensa rabia a Picaporte.

                  Pero si Picaporte no se aventuraba a hacer pregun-tas al piloto, mister Fogg, después de
                  haber consulta-do su "Bradshaw" le preguntó con calma si sabía cuándo saldría un buque
                  de Hong Kong para Yoko-hama.

                   Mañana a la primera marea  respondió el piloto.

                   ¡Ah!    exclamó mister Fogg sin manifestar nin-gun asombro.

                  Picaporte, que estaba presente, hubiera abrazado de buen grado al piloto, a quien Fix
                  retorcería con gusto el cuello.

                   ¿,Cuál es el nombre de ese vapor?  preguntó mister Fogg.

                   El "Carnatic"  respondió el piloto.

                   ¿No debía marchar ayer?

                   Sí, señor, pero tenía que hacer reparaciones en su caldera y se aplazó la salida para
                  mañana.

                   Os doy las gracias  respondió mister Fogg, que con paso automático bajó al salón del
                  "Rangoon".

                  En cuanto a Picaporte, tomó la mano del piloto y la estrechó vigorosamente diciendo:

                   ¡Vos, piloto, sois un hombre digno!
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