Page 44 - 12 Kepler
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pero vivía en una región muy próxima a las regiones en las que
                    dominaba el catolicismo, el papismo, los jesuitas, la Contrarre-
                    forma. Kepler no eludía los debates religiosos aunque siempre con
                    mucho respeto a quien defendía creencias ajenas, a lo que él siem-
                    pre respondía sancta sancte ( con santidad sobre lo santo).
                        Los católicos se adentraban en Estiria, la región de  Graz,
                    cada vez con más fuerza. Se hicieron finalmente con el poder en
                    Graz. Primero se inhabilitó a los predicadores evangélicos para
                    otorgar los sacramentos y la bendición nupcial.  Y lo que más
                    afectó a Kepler, se exigió a los predicadores de la escuela evan-
                    gelista donde él trabajaba que abandonaran Graz en el plazo de
                    ocho días. Y eso tuvieron que hacer todos los profesores, incluido
                    Kepler. Pero, por alguna razón no bien conocida, se hizo una ex-
                    cepción con él,  autorizándole a regresar.  ¿A  qué se debió esta
                    gracia especial para con el joven profesor de Matemáticas? Quizá
                    a su simpatía natural y sus enciclopédicos conocimientos,  así
                    como a que su neutralidad en el trato despertaba la benevolencia
                    de los jesuitas; también la del canciller Von Hohenburg, quien
                    tenía algunas dudas científicas que quería consultarle. Se buscó
                    la excusa de que el profesor de Matemáticas debía ser expulsado
                    como todos los demás profesores, pero no el Matemático Terri-
                    torial, título que,  como sabemos, ostentaba Kepler.  Lo  cierto es
                    que volvió, conservó su exiguo sueldo, aunque no su función di-
                    dáctica ya que la escuela había sido clausurada. Se le aconsejó
                    que estudiara medicina y a punto estuvo de irse a Italia con tal fin.
                    Esto ocurría en 1597.
                        Pero en 1600 el recrudecimiento de la implantación de la Con-
                    trarreforma se agravó.  Se le dijo que si no aceptaba la doctrina
                    católica sería expulsado de  Graz.  Aunque sus creencias no se
                    amoldaban estrictamente a la ortodoxia luterana, se negó a abju-
                    rar de su credo y fue definitivamente expulsado.















         44         EL ASTRÓLOGO Y VISIONARIO
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