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dio sus primeros pasos místicos siguiendo la doctrina religiosa
conocida como «orfismo».
El orfismo era una doctrina basada en la mitología. Según
una de las diversas versiones del mito, Dioniso fue devorado por
los Titanes, salvo el corazón, que fue dado a Zeus por Atenea.
Destruidos los Titanes por los rayos de Zeus, los hombres emer-
gieron de las cenizas de aquellos, y Dioniso renació de su cora-
zón, que Zeus se había tragado. Esta resurrección es un elemento
fundamental en la doctrina órfica y en sus ritos: por un lado, llevó
a la creencia en la transmigración, y por otro, a la abstinencia de
la carne. El culto a Dioniso, en su forma original, era salvaje y
desenfrenado, y estaba relacionado con lo atávico, lo apasionado.
No fue en esta forma como influyó en los filósofos, sino en la
versión espiritualizada que le atribuía el mítico poeta Orf eo, quien
habría fijado los puntos esenciales de la doctrina en los llamados
«himnos órficos», en los que se sustituía la embriaguez física por
la mental.
VIAJES DE APRENDIZAJE
Los viajes de aprendizaje por países lejanos y exóticos son un
elemento común en el mito del sabio -sea filósofo, científico o
legislador- en busca de una educación que comprenda todo tipo
de conocimientos. Así, Pitágoras habría visitado los lugares pro-
totípicos del sabio jónico, los cuales tienen como elemento cen- ·
tral el orientalismo. Como muchos otros héroes filosóficos, la
tradición quiere que Pitágoras viajara a Egipto, Arabia, Fenicia,
Judea, Babilonia e incluso la India. Como el mito acostumbra a
requerir que cada país sea el hogar de una esfera del conoci-
miento, que, de algún modo, tenga una correspondencia en el uni-
verso mitológico, en esos lugares Pitágoras aprendió geometría,
matemáticas y astronomía, y se impregnó de misticismo oriental.
En todo caso, parece que la leyenda se esmera en establecer cierto
equilibrio entre el conocimiento procedente de culturas exterio-
res de prestigio y el capital propio del saber griego.
22 REALIDAD Y MITO DE PITÁGORAS