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FINAL DEL HOMBRE, PRINCIPIO DEL MITO
Las fuentes apuntan a que fue hacia el 510 a.C. cuando se produjo
una violenta revuelta ·contra Pitágoras y sus seguidores, y que,
paradójicamente, el conflicto con Síbaris -a cuya derrota habían
contribuido ampliamente- marcó el principio del fin del pitago-
rismo. Al parecer, la influencia de Pitágoras y su círculo, que podía
derribar ciudades, despertó los celos y el odio de sus conciudada-
nos. La leyenda habla de un tal Cilón, un crotoniata acaudalado
que fue rechazado por el maestro en el seno de la comunidad pi-
tagórica y que azuzó a la población en su contra por despecho.
Quizá esta historia sea solo una manera de poner nombre a la
tensión social que se dirigió hacia la $ecta al acabar la guerra con
Síbaris. En todo caso, se dispone de suficientes fragmentos de
información como para reconstruir el posible curso de los hechos
históricos.
Tras la derrota de Síbaris por parte de Crotona se sucedieron
los conflictos políticos entre los vencedores para hacerse con el
control de los territorios arrebatados. La implicación de los pitagó-
ricos en el proceso, que venía de muy atrás, se puso de manifiesto
con mayor intensidad. Fuentes diversas señalan la pugna por la
distribución de las tierras como la causa que acabaría desembo-
cando en el estallido de la revuelta antipitagórica. Algún estudioso
ha señalado que es posible que los pitagóricos hubieran pasado a
detentar cargos públicos y a tomar decisiones políticas en terrenos
sensibles, como el reparto de los territorios conquistados, aunque
seguramente la situación fue más compleja.
Es conocida la historia sobre la muerte de Pitágoras en la re-
vuelta. La leyenda clásica sostiene que los pitagóricos estaban
reunidos por la noche en la casa de un miembro de la hermandad
llan1ado Milán, cuando una turbamulta prendió fuego al edificio.
Algunos aseguran que Pitágoras murió en el incendio y otros dan
un giro colorista a la historia explicando que huyó del incendio
perseguido por sus enemigos, pero entonces halló en medio del
camino un campo de habas. Su aversión a la planta, uno de sus
tabúes más conocidos, le llevó a dejarse morir a manos de sus
perseguidores antes que atravesar el campo.
REALIDAD Y MITO DE PITÁGORAS 29