Page 6 - MANUAL DE ALIMENTACION Y SALUD
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ALIMENTACION Y SALUD
Las bebidas carbonatadas
Los azúcares refinados suministran calorías, pero carecen de vitaminas, minerales y fibra. Estos azúcares
simples a menudo son llamados "calorías vacías" y pueden llevar al aumento de peso. Igualmente,
muchos alimentos refinados, como la harina blanca, el azúcar blanco y el arroz elaborado, carecen de
vitaminas B y otros importantes nutrientes, a menos que aparezcan etiquetados como "enriquecidos." Lo
más sano es obtener carbohidratos, vitaminas y otros nutrientes en la forma más natural posible, por
ejemplo, de frutas en lugar del azúcar de mesa.
Todo alimento que uno ingiere se vuelve azúcar en el cuerpo. Los
alimentos que contienen carbohidratos alteran los niveles de azúcar más que
cualquier otro tipo de alimento. Los carbohidratos se encuentran en alimentos
que contienen almidón o azúcares
Efectos secundarios El exceso de carbohidratos puede producir un incremento en la asimilación total de
calorías, lo que lleva a la obesidad.
La deficiencia de carbohidratos puede producir falta de calorías (desnutrición) o llevar al consumo excesivo
de grasas para reponer las calorías.
Recomendaciones Para la mayoría de las personas, es recomendable que entre el 40 y el 60% de todas
las calorías provengan de los carbohidratos, preferiblemente de los complejos (almidones) y de los
azúcares naturales. Los carbohidratos complejos suministran calorías, vitaminas, minerales y fibra.
Los alimentos con alto contenido de azúcares simples procesados y refinados suministran calorías, pero
tienen mínimos beneficios nutricionales. Por lo tanto se recomienda limitar el consumo de este tipo de
azúcares.
Para incrementar los carbohidratos complejos y nutrientes saludables se recomienda:
Comer más frutas y vegetales
Comer más granos enteros, arroz, panes y cereales
Comer más legumbres (fríjoles, lentejas y arvejas secas)
EL GLUCÓGENO: LA RESERVA DE LOS GLÚCIDOS
Prácticamente la totalidad de los glúcidos que consumimos son transformados en glucosa y absorbidos por
el intestino. Posteriormente, pasan al hígado donde son transformados a glucógeno, que es una sustancia
de reserva de energía para ser usada en los períodos en que no hay glucosa disponible (entre comidas).
Según se va necesitando, el glucógeno se convierte en glucosa que pasa a la sangre para ser utilizada en
los diferentes tejidos. También se almacena glucógeno en los músculos, pero esta reserva de energía sólo
se utiliza para producir energía en el propio músculo ante situaciones que requieran una rápida e intensa
actividad muscular (situaciones de huída o defensa). El glucógeno se almacena hasta una cantidad máxima
de unos 100 g en el hígado y unos 200 g en los músculos. Si se alcanza este límite, el exceso de glucosa
en la sangre se transforma en grasa y se acumula en el tejido adiposo como reserva energética a largo
plazo. A diferencia de las grasas, el glucógeno retiene mucha agua y mantiene hinchado en el cuerpo.
Todos los procesos metabólicos en los que intervienen los glúcidos están controlados por el sistema
nervioso central, que a través de la insulina retira la glucosa de la sangre cuando su concentración es muy
alta. Los diabéticos son personas que, o bien han perdido la capacidad de segregar insulina, o las células
de sus tejidos no son capaces de reconocerla. Los diabéticos no pueden utilizar ni retirar la glucosa de la
sangre, por lo que caen fácilmente en estado de desnutrición celular y están expuestos a múltiples
afecciones.
¿QUÉ ES EL ÍNDICE GLUCÉMICO?:
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