Page 23 - NEUROCOMUNICACIÓN La píldora del crecimiento de tu marca personal
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Es por ello que debemos ser conscientes de nuestra comunicación interna, reconvirtiéndola
                  siempre a positivo y si es en forma de pregunta, mejor. ¿Cómo puedo evitar que vuelva a
                  suceder? ¿Qué he aprendido? ¿Qué nuevas oportunidades me brinda esta situación?

                  Ello te hará crecer continuamente y, sobre todo, fortalecerá tus convicciones y tu
                  subconsciente estará preparado para superar cualquier situación.



                                              1.9 EL VALOR DE LAS PALABRAS




                  Es muy importante cuidar qué palabras utilizamos tanto en nuestro diálogo externo como
                  interno ya que el cerebro necesita generar imágenes para interpretar y, por lo tanto, vive
                  como real cualquier cosa que pensemos o imaginemos.

                  Hay cosas que el cerebro no es capaz de hacer o entender, como por ejemplo la expresión: "No
                  pienses en". Si tú le dices a alguien o a ti mismo lo siguiente: "No pienses en que vas a fallar",
                  su cerebro o el tuyo lo recrearán y verán la imagen de un fracaso y ¡lo vivirán como si fuera
                  rea! Si a un niño le decimos: "Los monstruos no existen", su cerebro, para saber de qué
                  estamos hablando, reproducirá monstruos. Si a ti, lector, te digo: "No pienses en un elefante
                  de colores"... ¡será lo primero que tu cerebro verá! Y así con todo lo que digamos, con lo cual
                  la importancia de las palabras que elijamos es crucial para crear un "hábitat limpio" donde
                  pueda crecer la confianza y la seguridad.

                  Decir: "Lo intentare" es, en el fondo, pedir permiso para fracasar de una manera sutil, y el
                  cerebro, creado para mantenernos seguros en nuestra zona cómoda y ahorrarnos energía,
                  tendrá la excusa perfecta para hacernos abandonar a la menor posibilidad.

                  La palabra "pero" se considera el "borrador universal" pues elimina e invalida todo lo dicho
                  anteriormente. Todo lo  que digamos de positivo, si va acompañado de "pero", quedará
                  invalidado de una manera inconsciente.

                  Por ejemplo: “Quiero ir a pasear, pero tengo que trabajar". La palabra “pero” elimina la
                  posibilidad de ir a pasear… cuando es posible ir a los dos sitios. En cambio, si utilizas la
                  conjunción “y” obligas al cerebro a aceptar ambas posibilidades: “Quiero ir a pasear y tengo
                  que trabajar”.
                  Y así con un montón de palabras y expresiones, como cambiar “tengo que hacer” por “voy a
                  hacer”, que en este caso graba en el cerebro voluntariedad y decisión.

                  Recuerda que las palabras que utilizamos no solo tienen incidencia en la forma en la que los
                  demás nos perciben, sino que afectan directamente a nuestro comportamiento.

                  Cambiar una palabra por otra puede ayudarte a conseguir tus objetivos y cambiar tu propia
                  marca personal.


                  Antes de acabar con esta parte debemos recordar también que otra cosa que el cerebro es
                  incapaz de hacer es distinguir realidad de ficción, todo  lo vive como real. Cuando yo digo que
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