Page 25 - El desarrollo de los niños

Estimulación para niños en el IV estadio (8 – 12 meses)

• Siéntese en el suelo frente al niño y ruede hacia él una pelota; anímelo a
que se la devuelva, juegue así un rato. Luego ruede la pelota mas allá del
alcance del niño y anímelo a que, gateando, la recupere y vuelva al sitio
donde usted está para continuar el juego.

• Ponga su mano en forma de puño, con un orificio en el centro; tome un
dedo del niño e introdúzcalo, presione un poco su mano y anime al niño
para que retire el dedo. Puede ir diciendo palabras como “dentro” y “fuera”.

• Coloque varios objetos en el piso o sobre la cama y pídale al niño que los
eche dentro de una caja que usted tiene en la mano; celébrele cuando lo
haga y anímelo a sacarlos.

• Permita que el niño se desplace por diferentes lugares de la casa. Cuando
esté en una habitación, llámelo desde otra para que le busque; cuando lo
encuentre, premielo. Nómbrele los distintos sitios en los que se halla.

• Sáquelo a pasear fuera la casa, y nombrele las diferentes cosas que
observa.

La elaboración del tiempo

Empieza en la etapa sensorio motriz y depende de la maduración, dialogo
tónico, movimiento y acción.

En un principio existe un tiempo vivido ligado al sueño y a la vigilia, al
hambre y a la comida, al organismo y a la acción concreta, por lo que
existen tantos tiempos como acciones. Estos hechos, que se perciben por
medio de los cambios, forman los elementos básicos para la elaboración
del tiempo.

Con la función simbólica, se empieza a organizar la integración temporal.
El niño comienza a situarse en el ahora y, a partir de este, es un antes o un
después, y a distinguir situaciones simultaneas y sucesivas. Es decir, el
tiempo ya vivido, va a reelaborarse en el plan de la representación –con la
ayuda del lenguaje– llegando a las nociones de orden y duración. La
comprensión de la sucesión de la cronológica de los acontecimientos, su
conservación y las relaciones que establecen, señalan el paso a la etapa

operatoria.

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