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algunas reflexiones sobre la educación
en informática
dra. ing. sylvia da rosa
Tiene como títulos de posgrado, uno de Master in Math-
ematic Science otorgado por la Universidad de Gotem-
burgo, Suecia en 1990 y uno de Doctora en Informática
otorgado en 2005 por la Universidad de la República
según el programa del PEDECIBA Informática. Es Docente
del Instituto de Computación de la Facultad de Ingeniería
de la UDELAR e investigadora del PEDECIBA Área Infor-
mática y de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la Empresa.
Tiene varias publicaciones en congresos y conferencias internacionales y ha
dirigido y dirige varios proyectos de investigación, relacionados con el área
de educación en Ciencia de la Computación.
objetivo
El objetivo de este artículo es dar a conocer a la comunidad de profesionales en informática aspectos
relativos a la situación de la educación en informática. Cabe aclarar que los términos ciencia de la com-
putación e informática, son sinónimos y los usaremos indistintamente. El tema es relevante dado que la
educación en informática desde niveles pre universitarios, redunda en beneficios para las carreras uni-
versitarias y contribuye a la cultura general de los ciudadanos. Consideramos que difundir esta situación
entre los profesionales significa un aporte a la comprensión de factores que inciden en la formación y el
desempeño en el ámbito laboral.
Introducción
La existencia de esta asignatura en la enseñanza media es un debe educativo desde hace años, ¿por qué si
enseñamos física, matemática, química, etcétera, no deberíamos enseñar computación, con todo lo que
ello implica para la cultura y la sociedad actual? Además, la ciencia de la computación (y especialmente
la programación) tienen características que aportan beneficios para la formación de estudiantes de la
enseñanza media y también de primaria. La actividad de programar implica la resolución de problemas,
desarrollando el pensamiento algorítmico y lógico [8]. Permite al estudiante reflexionar sobre su propio
aprendizaje, no porque el docente lo exige sino porque sus soluciones no funcionan como espera si no
son correctas, y aún siéndolo, es posible mejorarlas [5]. De este modo los estudiantes se ven inmersos en
procesos donde la autoevaluación constante y el éxito por etapas se dan de manera natural, exhortando
a los alumnos a ir más allá de sus expectativas por motivaciones propias. El estudiante y no la tecnología
es el centro de dichos procesos.
La gran dificultad, tanto en nuestro país como en otros [1,4,6,7], es que el sistema educativo tome con-
ciencia de la necesidad de abandonar propuestas centradas en artefactos y/o servicios tecnológicos,
como ofimática, kits robóticos, impresoras 3d, drones y sobretodo que aborde el mayor problema que es
la formación de los profesores. Paralelamente, el sistema universitario no se ha involucrado en el tema,
y las posiciones que abogan por un cambio hacia la consideración de la informática como ciencia básica
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