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Pero sea  para quien  sostiene esta tesis  icono­  tes  del  mercado amenazada  por  las fallas del
                 clasta, o sea para aquellos que por el contrario   mercado, pero sí existe o es relevante la raciona­
                 compartan el más tradicional favor por la lectura   lidad objetiva del mercado, en sus estructuras y
                 preventiva de los contratos por parte de los ad-   en sus modos de funcionar que suelen decirse
                 herentes, todos tienen en común la búsqueda   "¡nintencionales" (que  prescinden  de  intencio­
                 del  mejor modo  para  remediar los  déficits de   nes y se presentan aun antes de las condiciones
                 racionalidad cognitiva del sujeto débil del mer­  subjetivas de los actores del mercado). Y se puede
                 cado. Y la misma base de inspiración subyacente   decir que a esta perspectiva teórica no extraña la
                 es  común,  respecto  a  las  reglas  informativas   línea de pensamiento del Behavioural (Law and)
                 que son  populares en  la  reciente disciplina de   Economics (o al menos cierta parte de su decli­
                 los Contratos del  Mercado, a los observadores   nación): y no otro en la medida en la que asume
                 que también se dividen -en el juicio de m érito-   que la racionalidad del sujeto no está limitada por
                 entre los apologistas y los escépticos.       las fallas del mercado, sino más bien está limitada
                                                              estructuralmente por los intrínsecos mecanismos
                 Incluso los militantes de estos dos partidos del   de  la psiche (y entonces no  es  reajustable con
           Derecho  de  la  Universidad  de  Lima  acerca de la evolución del sistema del Derecho de   existe la racionalidad del actor del mercado, sino
                                                               políticas para contrarrestar las market failures).
                 contrato asimétricos y respectivamente del ter­
                 cer contrato -divididos del modo que sabemos
                                                               Sobre el asunto teórico general para el cual no
                 los Contratos del Mercado- concilian ambos en
                                                               solo una objetiva e"inintencional"racionalidad
                 dar por pacifico que el sistema tenga, y no pueda
                                                              del  mercado  mismo,  corresponde  analizar  la
                 carecer de, la función de remediar las fallas de
                                                               "calidad" de este último. Y aquí es donde surge
                 mercado y los consecuentes déficits de raciona­
                                                               la discrepancia política.
                 lidad cognitiva y conductual de los operadores.
                 Y eso sobre el supuesto de que existen market
                 failures que puedan y deban ser contrarrestadas.
                                                               racionalidad objetiva del mercado, todo lo que
                                                               sucede en el mercado es por definición, bueno,
                 XIII.  UNA DIVERSA PERSPECTIVA                De acuerdo a  la  línea  de  los apologistas de  la
           Revista  editada  por  alum nos  de  la  Facultad  de
                     TEÓRICA Y LAS POSIBLES RECAÍDAS          justo y sagrado, y hasta rechazan cualquier inter­
                     POLÍTICAS: ENTRE EL ULTRALIBERISMO       vención correctiva de sus naturales dinámicas.
                     ANTIREGULATORIO Y EL                      Por ello,  las  denominadas fallas  de  mercado,
                     INTERVENCIONISMO ESTRUCTURAL              perjudicarían su premisa (que continúa siendo
                                                               impertinente) de que la racionalidad subjetiva
                 Pues, si se alarga al horizonte del debate políti­  de los operadores no es en absoluto un fracaso
                 co-cultural sobre la regulación del mercado, se   y no deben ser contrarrestada. Es una patrulla
                 aprecia que este presupuesto no es pacífico en   pasando por el alfabeto: de la A de Alesina a la
                 lo absoluto, más bien se encuentra en disputa,   Z de Zingales, pasando por la mediana de la M
                 de  hecho  abiertamente  criticado  desde  una   de  Mingardi  (muy  reciente  autor, este  último,
                 perspectiva  diferente.  Una  perspectiva  ante   de un claim elocuente como "El mercado tiene
                 todo teórica, que tiene recaídas de orden políti­  razón cuando está mal"33).
                 co: pero no según una única línea de acción, sino
                 que  más  bien  se  separa,  paradójicamente,  en   Sobre el frente opuesto están aquellos que pien­
                 policies entre ellas radicalmente antagonistas.  san que la racionalidad objetiva del mercado pue­
                                                               de ser alguna vez una racionalidad perversa o al
                 Aludo a la perspectiva teórica alternativa según   menos discutible, y por tanto su funcionamiento
           131   la cual  -en  extrema síntesis- no existe o no es   "inintencional"puede causar efectos socialmente
           ADVOCATUS   33.  MINGARDI, A. La inteligencia del dinero. El mercado tiene la razón aun cuando está torcido. Marsilio, 2013.
                                                               indeseables, que son políticamente oportunos y
                 relevante la racionalidad subjetiva de los agen­








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