Page 152 - Edición N° 30

flictos sobre recursos naturales y como forma de toda vez que el análisis de cuantas controversias mu
terminar un conflicto ambiental. jurídicas se susciten en materia socioambiental <3
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habrá de partir de una premisa clásica aristotéli­ M -
A manera de ejemplo, si dos petroleras y un ca, por la que in media virtus est: nada es blanco nvo
concesionario de ecoturismo tienen derechos ni negro, sino de una infinita gama de grises. c a r
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superpuestos sobre las tierras donde realizan
AUTOR
sus actividades, sería mucho más beneficioso Con todo el asunto ambiental es sumamente NACIONAL
acudir a un arbitraje ambiental para determinar propicio el sistema arbitral. No son pocos los
el espacio o las áreas de titularidad respecto a la temas que en esta materia se resisten a admitir
superposición de derecho. Nos parece que en vía más de una conciliación de posturas. El punto
judicial -en el mejor de los escenarios- se lograría de encuentro entre el desarrollo económico y
obtener una sentencia en el plazo entre 6 a 10 protección del medio ambiente natural es, en
años, siendo lo más optimista. Este litigio extenso sí mismo, objeto primerísimo del arbitraje: la
en recursos económicos y tiempo logrará que se clave del arco del derecho ambiental consiste
frustren las oportunidades de negocios debido justamente en la convergencia de factores eco­ ro
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a que los inversionistas buscarán invertir sus nómicos y ecológicos, como lo revelan cuantas
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capitales en otros países que presenten normas proclamaciones internacionales existen y que "O
ambientales más claras o ambiguas, y un sistema se mueven, justamente, en esos delicados y a "O
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judicial mucho más eficiente. veces difuminados parámetros. i/i
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Y respecto a otro ejemplo, si la empresa minera Estos dilemas bien podrían ser resueltos a través c
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tiene indicios de algunas posibles actividades de fórmulas paccionadas derivadas de un arbi­
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contaminantes o algunas dudas, la forma de traje, facultando al propio tiempo el desarrollo "O
concluir el conflicto ambiental sostenido entre de la vida en estos parajes y la defensa de la o
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la comunidad campesina/indígena con la em­ singular naturaleza que ellos radica. En estos u
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presa minera, podría ser a través del mecanismo controvertidos escenarios podrían y deberían cu
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procesal de la conciliación o el arbitraje. Del aplicarse desenlaces propios del arbitraje, posi­ ai
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mismo modo, las partes en conflicto podrán bilitando al tiempo el estricto control ambiental T5
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tener la oportunidad de decidir el tiempo que con los daños sufridos por las poblaciones que 3
puede durar el conflicto y adecuar el arbitraje residen en entornos ambientales. u
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con sus necesidades procesales.
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Indubitablemente, el tema ambiental es signi­ “O
Otras de las diversas razones que justifica la ficativamente idóneo para ser abordado desde 1/1 o
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necesidad de implantar un arbitraje ambiental el arbitraje, toda vez que en nuestro entorno £
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administrativo es el referente a la tutela del inte­ jurídico constitucional no cabe la absolutización
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rés público, cuyos alcances según Francisco Jun- de la norma ambiental ni de aquella que propi­ O
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ceda10 se establecen en los siguientes párrafos: cie un mejor desarrollo económico, debiéndose ro
siempre vetar cualquier actuación pública o T3 ro
El punto de interés público que puede gravitar privada unidireccional o radical en alguno de T3
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en torno a toda solución arbitral o pactada de esos dos sentidos. ro
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los procedimientos administrativos con sustan­ >
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cia ambiental, acaso proceda volver a recodar El Tribunal Constitucional peruano11, en la sen­ cc
lo que ut supra quedó reseñado respecto de la tencia de "Las regalías mineras", establece la
tensión medio ambiente-desarrollo económico, necesidad de imponerfórmulas de conciliación
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1
10. JUNCEDA MORENO, Francisco Javier. Op. cit., pp. 108-109. 2
§
11. Pleno Jurisdiccional del Tribunal Constitucional 0048-2004-PIYTC.
Q
«Medio Ambiente y empresa:

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