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ción  y  comprensión  y,  como  está  dicho, fina   XV.  "PROYECTO DE VIDA" Y VALORACIÓN
                  sensibilidad  para  percibir  la  existencia  de  un
                  definido proyecto de vida y considerar su de­  Para proyectar se debe decidir. Decidir supone
                  bida reparación en caso de haberse frustrado,   elegir  un  determinado  proyecto  descartando,
                  menoscabado o retardado en su ejecución. La   al  mismo tiempo, otros proyectos alternativos
                  objetividad inherente a las consecuencias del   dentro del inmenso abanico de opciones o po­
                  "daño al proyecto de vida", al hacerlas percep­  sibilidades que se le presentan al ser humano en
                  tibles, facilita, en  todo caso,  la tarea  del juez.   un momento dado de su historia personal. De­
                  Ello, en cambio, no ocurre tratándose del "daño   cidir es por ello escoger o elegir entre diversas
                  moral"que es subjetivo.                      opciones para formular "un proyecto de vida":
                                                               lo  que se decide  ser en  el  futuro.  Sólo  puede
                  XIV.  EL PROYECTO "SUSTITUTO"                decidir y elegir quien es ontológicamente libre.


                  Puede ocurrir que, en ciertas circunstancias, las   1.  La vivencia axiológica
                  consecuencias de un daño frustren  el  nítido y   Para  decidir sobre  un  cierto  proyecto  de vida
            U niversidad  de  Lima  que le da sentido a su vida y alegría de vivir. En   que responda a la recóndita vocación personal
                  auténtico "proyecto de vida" de una persona, el

                  esta dramática situación están en juego tanto la
                                                               se debe precisar aquello que para el ser humano
                  personalidad como la  hondura  de la vocación
                                                               resulta valioso realizar en la vida, lo que le va a
                  de la persona agraviada en su "proyecto de vida",
                                                               otorgar sentido a su cotidiano existir. El proyecto
                  en su razón de ser.
                                                               supone trazar anticipadamente el  destino,  un
                                                               modo cierto de llenar la vida, de lograr la reali­
            Facultad  de  Derecho de  la   En el caso expuesto, en atención a la persona­  zación personal. La vivencia de valores le otorga
                  lidad de la víctima y a la magnitud del daño, la
                                                               sentido y, por consiguiente, trascendencia al vi­
                  frustración  del "proyecto de vida" puede traer
                                                               vir. El proyecto de vida no es concebible sin una
                                                               vivencia axiológica de parte del ser humano.
                  como  consecuencia  un  vacío  existencial  que
                  supone la pérdida del sentido o razón de ser de
                  la vida del dañado. El vacío existencial ocasiona­
                                                               Pero para elegir se requiere preferir "esto" sobre
                  do por la pérdida del sentido de la vida es difícil
                                                               "aquello". Toda decisión libre significa, por ello,
                                                               una  valoración.  Decidir es valorar  para  optar
                  de suplir pues, por lo general, en relación con la
                  personalidad de la víctima del daño, ésta puede
                                                               por éste u otro proyecto alternativo. De ahí que
            Revista  editada  por alum nos  de  la   Tratándose de otros casos donde si bien las conse­  el ser humano es estimativo en cuanto tiene la
                  caer en un estado de depresión que la conduce
                  a la adicción al alcohol, a las drogas y, en casos
                                                               potencialidad,  inherente a  su  ser, de vivenciar
                                                               valores. La vida es así una sucesión de valoracio­
                  extremos, hasta el suicidio.
                                                               nes. El estimar, el valorar, es una  irrenunciable
                                                               instancia de la vida humana. El ser humano es,
                                                               como  está  dicho,  un  ser estimativo,  lo  que  le
                  cuencias del daño son similares a las anteriormen­
                  te señaladas en cuanto a la frustración del "proyec­
                                                               viene de su condición de ser libre.
                  to de vida", puede acontecer que la personalidad
                  de  la víctima,  pese a dicha frustración, dada  la
                                                               Mounier en acertada metáfora, es el "corazón vivo
                  fortaleza de su  personalidad y el deseo de vivir,
                                                               del hombre". Los valores se revelan al ser humano
                  logre superar en cierta medida las consecuencias
                  generadas por el daño y encuentre un proyecto   El verdadero lugar de los valores, como apunta
                                                               en las profundidades de la libertad, madurando
                  sustituto, una nueva manera de vivir que, sin ser el   con el acto que los elige. El ser humano es, como
            128   auténtico, le permita seguir viviendo otorgándole   está  dicho,  un  ser estimativo,  es  decir,  un  ser
            ADVOCATUS   21.  MOUNIER, Emmanuel. El personalismo. Buenos Aires: EUDEBA, 1992, p. 42.
                                                               estructuralmente dotado  para  vivenciar,  para
                  a su vida un cierto nuevo sentido.








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