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una tendencia o aptitud, más o menos clara, 40 del siglo XX que en el Perú todo estaba por
que denota sobre cuál podría ser su proyecto hacer, que no existía la necesaria infraestructura
de vida. Así, bien lo sabemos y no es ajeno a vial, de puentes, de viviendas, de hidroeléctri
nuestra observación, la existencia de niños que cas, de refinerías y otras similares por lo cual los
les gusta los juguetes que tienen vinculación ingenieros siempre serían requeridos y tendrían
con la medicina y su juego preferido es el del trabajo asegurado. Aceptamos para el efecto, sin
"ser doctor", el de curar muñecos o muñecas, mayor reflexión, apenas cumplidos los dieciséis
según el caso. Otros demuestran estar dotados años, el argumento de raíz crematística que se
para la música y suelen practicarla con sensi nos insinuaba.
bilidad desde muy temprana edad, mientras
que también hemos encontrado niños que su Felizmente, faltando pocos días para rendir el
actividad más gratificante era el de pasarse ho examen de ingreso a la Universidad de Ingenie
ras enteras en el jardín dedicados a observar la ría, en una noche de insomnio y de angustia, nos
naturaleza, los bichos ahí existentes, los árbo planteamos, seriamente y por primera vez, si el
les, las plantas. Llegada la edad de adoptar un ser ingeniero respondía a nuestra vocación, a lo
por alum nos de la Facultad de Derecho de la U niversidad de Lima
"proyecto de vida" estos niños, por lo general, que deseábamos hacer en la vida. Sentimos, tal
escogieron ser biólogos o alguna otra actividad vez por única vez, lo que con los años compren
vinculada con sus inclinaciones infantiles como dimos lo que significaba la angustia existencial.
la zootecnia, la agricultura o la ecología entre Al despertarnos, más tarde que de costumbre,
otras opciones conexas. tuvimos una sensación de alivio pues habíamos
descubierto que nuestra vocación no era la ac
Nuestra afición infantil por ingresar a la Escue tividad propia de los ingenieros constructores
la Naval cuando apenas teníamos doce años sino que eran las humanidades. Grande fue la
de edad se fue disipando cuando, conforme sorpresa en casa cuando, a la hora del desayu
transcurrido un tiempo, observamos la vida no, les informé sobre mi decisión, así como la
de los marinos, su disciplina, una cierta rutina reacción de mis mejores amigos cuando esa
en la que se desenvolvía sus vidas. Compren tarde, sin cuadernos ni otros adminículos que
dimos, con los años, que era una profesión en utilizábamos para la ocasión, fui a despedirme.
la cual la persona estaba a disposición de sus Ellos trataron de convencerme que continuara
superiores, condicionadas a su voluntad, la que en la academia, argumentando que dado los
se debía acatar "sin dudas ni murmuraciones". resultados obtenidos en las simulaciones de
Es decir, que para ser marino se requería tener exámenes practicados éramos candidatos fijos
una personalidad disponible a ser mandado por para ingresar a la Universidad. Pero nuestra de
muchos años de su vida, sin tener la posibilidad cisión ya estaba tomada y nos sentíamos felices
de discutir las órdenes recibidas. Intuíamos que y psíquicamente aliviados por haber salido del
no nos gustaba mandar ni ser mandados, sino error y ver la luz.
adoptar nuestras decisiones sin recibir órdenes
Revista editada que vinieran de otras personas, salvo las razo Al inquirirnos sobre lo que nos gustaba, sobre
cuáles eran las materias con cuyo conocimiento
nables provenientes de nuestros progenitores
habíamos disfrutado en el colegio, comprendi
antes de la mayoría de edad.
mos que nos fascinaba la filosofía, la psicología,
A los quince años de edad, condicionados
la lógica, la literatura, la historia, el arte. En
por la familia y por los amigos íntimos, nos cambio, las matemáticas no nos entusiasmaban,
preparamos, sin mayor reflexión, para ser inge excepto la aritmética y la geometría porque
128 nieros. Durante todo el último año de estudios logramos comprender que nos eran útiles para
ADVOCATUS academia de preparación para el ingreso a la Es gonometría desde que nadie, ningún profesor,
escolares acudíamos, después de clases, a una
la vida, lo que no sucedía con el álgebra y la tri
nos explicó la razón de su estudio ni tampoco
cuela de Ingeniería, que así se llamaba en aquel
entonces la actual Universidad de Ingeniería. Se
Durante nuestra vida escolar, además, las más
nos decía al comienzo de la década de los años lo pudimos descubrir por nosotros mismos.
192 C a r l o s F e r n á n d e z S e s s a r e g o