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to su mundo interior, su unidad psicosomática y   de una lucha permanente y cotidiana contra los
                  por aquellas provenientes del mundo exterior.   condicionamientos y obstáculos que a menudo
                  No sólo el cuerpo o la psique pueden frustrar o   agobian  a  la  persona  y le  impiden, en  ciertos
                  menoscabar el proyecto de vida, sino también   momentos  de  la  existencia,  viabilizar  el  pro­
                  los  obstáculos  que  le ofrecen  las  cosas y,  por   yecto con la continuidad y fluidez que fuera de
                  cierto,  la  acción  de  los demás seres  humanos   desear.  Ello es  inevitable.  De ahí que  Mounier
                  con los cuales convive en el seno de la sociedad.   pueda  sostener  que "hay  en  mi  libertad  un
                  Tal  como se  ha  señalado,  por ser la existencia   peso múltiple, el que viene de mí mismo, de mi
                  simultáneamente coexistencia, el  proyecto ha   ser particular que la limita, y el que le llega del
                  de cumplirse  necesariamente "con" los  demás   mundo, de las necesidades que la constriñen y
                  seres humanos, valiéndose de las cosas.       de los valores que la urgen23".

                  Cada  ser humano, en  el  instante de  proyectar,   No  se  puede  asegurar  que  la  decisión  libre
                  debería tener conciencia de sus reales  posibili­  se  cumpla  total  o  parcialmente.  El  que el  ser
                  dades, tanto de aquellas que le ofrece su mundo   decidir, valorar y  proyectar  no significa  nece­
                                                                humano  sea  libre  y  pueda  por  consiguiente
            U niversidad  de  Lima  en el mundo exterior. Ello resulta necesario para   sariamente  que,  en  el  ejercicio de  la  libertad,
                  psicosomático como de las que se hallan situadas
                  los fines de la  realización o de la frustración del
                                                                en  la  fenomenalización  de  esa  decisión  libre,
                  "proyecto de vida". Es de suma importancia tener
                                                                el  proyecto se realice, se concrete. Como bien
                  conciencia  de esta  realidad. El  hombre debería
                                                                señala  Kierkegaard,  la  libertad "no  es alcanzar
                                                                esto y aquello en el mundo, de llegar a ser rey o
                  elegir proyectos viables, capaces de ser cumplidos
                                                                emperador y a vocero de la actualidad, sino la
                  en función de sus propias potencialidades y de las
            Facultad  de  Derecho  de  la   que le ofrece su "circunstancia", el mundo exterior.  frustran.  La  realización  o  la  frustración  de  un
                                                                libertad de tener en sí mismo la conciencia de
                                                                que es  hoy libertad"24.  La  libertad  que  somos
                  Para  lograr  la  realización  del  proyecto  de
                                                                es  pues  independiente de  la  realización  o  no
                  vida  es  indispensable  que  la  persona  posea
                                                                del  proyecto.  Los  proyectos  se  cumplen  o  se
                  perseverancia,  constancia,  tenacidad,  ener­
                  gías  suficientes,  coraje.  La  persona  no  debe
                                                                proyecto no afecta, en ningún sentido, la liber­
                                                               tad, en cuanto ella es el ser del  hombre. Como
                  arredrarse frente a  los obstáculos  superables
                  que  se  le  presenten  en  el  curso  de  la  ejecu­
                                                                lo precisa Sartre, "ser libre no significa obtener
            Revista  editada  por  alum nos  de  la   para perderlo, para desecharlo, sin luchar por   concluir afirmando coherentemente "que el éxi­
                  ción del proyecto de vida. Éste es muy valioso
                                                                lo que se quiere sino determinarse a querer (en
                                                                sentido amplio de elegir)". De ahí que se pueda
                  su  cumplimiento.  Se  trata  de  los  naturales  y
                                                               to no interesa en ningún modo a la libertad"25.
                  a  menudo  coyunturales  obstáculos  que  ella
                  necesariamente  ha  de  encontrar  durante  su
                                                                Es decir, a la libertad que cada uno es.
                  realización,  por  lo  que  debe  empeñarse  en
                  vencer por los medios a su alcance pues, de lo
                                                               Todo  lo  anteriormente  expresado  lo  hemos
                  contrario, el proyecto debería sucumbir, hecho
                                                               experimentado en el curso de nuestra vida. Nos
                  que como se comprende es muy grave pues en
                                                               sentimos  seres  libres,  no  robots,  guiados  por
                  él se juega el destino del ser humano.
                                                               al  viento.  Somos conscientes  de  nuestra  tem­
                  El cumplimiento parcial o total del proyecto de
                                                               poralidad, de nuestra meta escatológica, como
                  vida es una verdadera conquista. Es el resultado  manos  invisibles.  No  somos  cometas  libradas
                                                               también lo somos de nuestra coexistencialidad,
            128
            ADVOCATUS   23.   118.
                      MOUNIER, Emmanuel. Op. cit., p. 36.
                  24.  KIERKEGAARD, Sóren. El concepto de la angustia. Segunda edición. Buenos Aires: Espasa Calpe Argentina, 1943, p.


                  25.  SARTRE, Jean Paul. Op. cit., p. 82.



           190    C  a  r l o  s    F  e  r n  á  n  d  e  z    S  e  s s a  r e  g  o
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