Page 196 - Edición N° 30
P. 196
altas calificaciones las habíamos obtenido pre que en los tiempos que corren la edad para «
cisamente en los estudios de humanidades. tal efecto se ha fijado en los dieciocho años
de edad. Por ello, en algunos países, cuando c a r
M -
Estimamos que la decisión adoptada a los die se trata de intervenciones sobre el cuerpo por CAJ
ciséis años de edad, como lo tenemos dicho, razones de conservación de la salud, el médico OO
o o
fue una de las escasas, o quizás la única, en la no sólo recaba el consentimiento informado
AUTOR
que habíamos actuado librándonos al máximo de los padres sino también del menor mayor NACIONAL
posible de todos los condicionamientos que de catorce años de edad. Se suele considerar,
pesaban sobre nosotros. siempre en térm inos generales, que a esta
edad el menor ya posee cierto criterio, lo que
La adopción de un determinado "proyecto de le permite -si es intelectualmente maduro y
vida", por lo general, suele ocurrir en el momen emocionalmente estable- adoptar decisiones
to de la vida en el cual la persona -adolescente, luego de escuchar argumentos en uno y otro
joven o adulto- adquiere madurez intelectual, sentido que puedan orientarlo.
cuando se halla en condiciones de reflexionar ro
£
sobre su vida, sobre su destino. Ello acontece, Algunos jóvenes, al terminar el ciclo escolar, tie
la mayoría de las veces, se está terminando la nen claro su destino. Saben lo que quieren hacer ai
XI
etapa escolar, momento en el cual la persona con su existencia, son conscientes de cuál es su XI ro
tiene que enfrentarse al mundo, adoptar una proyecto de vida. Es el caso de vocaciones bien "O
i/i
decisión en cuanto "a lo que va a ser"en su vida. delineadas, sin que pueda existir ninguna clase a
>
No se puede precisar en términos generales la de dudas o titubeos. No obstante, no es el caso c
Z>
"edad" de la madurez, ya que ella depende de en el que se encuentra tal vez el mayor número _ro
la personalidad de cada persona, de su desa de jóvenes, los que no están seguros de su vo a
T5
rrollo intelectual, pero cabe considerar que ello cación, que dudan, que tienen varias opciones o
-C
puede suceder en ciertos casos a partir de los en su horizonte, que no ven con claridad cuál o
a
catorce o dieciséis años de edad. Sin embargo, ha de ser su proyecto de vida. Por ello, algunas a
O
bien lo sabemos los que hemos vivido un largo veces, sometidos a diversos condicionamien a
TJ
trecho, que otros jóvenes no alcanzan madurez tos, se equivocan en cuanto a su vocación. En XI
ro
a esta temprana edad sino a los dieciocho años algunos casos, después de transcurrido algún
3
ro
y quizás, en algunos casos, a una mayor edad. tiempo, luego de unas primeras experiencias u
u.
En síntesis, más allá de todo lo que podamos existenciales, llegan a precisar su vocación o, _ro
especular sobre el particular, cabe señalar que por lo menos, a tomar consciencia de que han a
XI
es siempre incierta la edad en que la persona, cometido un error. Conozco contemporáneos i/i
o
cada persona, decide optar por un cierto "pro míos que abandonaron sus estudios de inge c £
yecto de vida". niería para ingresar a estudiar humanidades y o
ro
luego abogacía, así como otros que, habiendo O
Ci
En el mundo actual, los jóvenes por lo general alcanzado un título profesional, abandonaron ro
alcanzan la madurez a edad más temprana que su ejercicio para ingresar a la vida religiosa27. XI ro
antaño. En el Perú, por ejemplo, se adquiría la x
a
ciudadanía y concluía la patria potestad cuan Después de lo expuesto cabe preguntarse si ro
</i
do la persona cumplía veintiún años, mientras todas las personas tienen un proyecto de vida >
a
cc
27. Conocemos el caso de dos inteligentes colegas abogados, uno ya desaparecido, que creyeron que su vocación
profesional era la de ser ingeniero. Ingresaron a la universidad donde se imparten dichos conocimientos. No c/j
obstante, después de concluir su primer año de estudios, abandonaron esta carrera al comprender que ser
ingeniero no era su llamado interior, su vocación. Ambos cambiaron de universidad y, como está dicho, terminaron ^
como muy competentes y reconocidos abogados. A nosotros, como lo hemos narrado, nos sucedió lo mismo, O
pero tuvimos la fortuna de darnos cuenta del error que íbamos a cometer pocos días antes del examen de ingreso q
a la Universidad de Ingeniería. ^
B r e v e s a p u n t e s s o b r e e l “ p r o y e c t o d e v i d a ” y s u p r o t e c c i ó n j u r í d i c a 1 9 3