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altas calificaciones las habíamos obtenido pre­  que  en  los  tiempos  que  corren  la  edad  para   «
         cisamente en los estudios de humanidades.     tal  efecto  se  ha  fijado  en  los  dieciocho  años
                                                       de edad.  Por ello,  en  algunos  países,  cuando   c a r
                                                                                                           M -
          Estimamos que la decisión adoptada a los die­  se trata de intervenciones sobre el cuerpo por    CAJ
         ciséis  años  de edad,  como  lo tenemos  dicho,   razones de conservación de la salud, el médico   OO
                                                                                                           o o
         fue una de las escasas, o quizás la única, en  la   no  sólo  recaba  el  consentimiento  informado
                                                                                                     AUTOR
         que habíamos actuado librándonos al máximo    de los padres sino también  del  menor mayor   NACIONAL
          posible de todos  los  condicionamientos que   de catorce años de edad. Se suele considerar,
          pesaban sobre nosotros.                      siempre  en  térm inos  generales,  que  a  esta
                                                       edad el  menor ya posee cierto criterio, lo que
          La  adopción  de  un determinado "proyecto de   le  permite  -si  es  intelectualmente  maduro  y
         vida", por lo general, suele ocurrir en el momen­  emocionalmente estable- adoptar decisiones
         to de la vida en el cual la persona -adolescente,   luego de escuchar argumentos en  uno y otro
         joven o adulto- adquiere madurez intelectual,   sentido que puedan orientarlo.
         cuando se halla en condiciones de reflexionar                                                 ro
                                                                                                       £
         sobre su vida, sobre su destino. Ello acontece,   Algunos jóvenes, al terminar el ciclo escolar, tie­
         la  mayoría  de las veces, se está terminando la   nen claro su destino. Saben lo que quieren hacer   ai
                                                                                                       XI
         etapa  escolar,  momento en  el  cual  la  persona   con su existencia, son conscientes de cuál es su   XI ro
         tiene  que  enfrentarse al  mundo,  adoptar una   proyecto de vida. Es el caso de vocaciones bien   "O
                                                                                                       i/i
         decisión en cuanto "a lo que va a ser"en su vida.   delineadas, sin que pueda existir ninguna clase   a
                                                                                                       >
          No se puede precisar en términos generales la   de dudas o titubeos. No obstante, no es el caso   c
                                                                                                       Z>
         "edad" de la madurez, ya que ella depende de   en el que se encuentra tal vez el mayor número   _ro
         la  personalidad  de cada  persona,  de  su  desa­  de jóvenes, los que no están seguros de su vo­  a
                                                                                                       T5
         rrollo intelectual, pero cabe considerar que ello   cación, que dudan, que tienen varias opciones   o
                                                                                                       -C
         puede suceder en ciertos casos a  partir de  los   en  su  horizonte, que  no ven con claridad  cuál   o
                                                                                                       a
         catorce o dieciséis años de edad. Sin embargo,   ha de ser su proyecto de vida. Por ello, algunas   a
                                                                                                       O
         bien lo sabemos los que hemos vivido un largo   veces,  sometidos a  diversos  condicionamien­  a
                                                                                                       TJ
         trecho, que otros jóvenes no alcanzan madurez   tos, se equivocan en cuanto a su vocación. En   XI
                                                                                                       ro
         a esta temprana edad sino a los dieciocho años   algunos casos, después de transcurrido algún
                                                                                                       3
                                                                                                       ro
         y quizás, en algunos casos, a  una  mayor edad.   tiempo,  luego de  unas  primeras experiencias   u
                                                                                                       u.
         En  síntesis,  más allá  de todo  lo que  podamos   existenciales,  llegan  a  precisar su  vocación  o,   _ro
         especular sobre el particular, cabe señalar que   por lo menos, a tomar consciencia de que han   a
                                                                                                       XI
         es siempre incierta la edad en que la  persona,   cometido  un  error.  Conozco contemporáneos   i/i
                                                                                                       o
         cada persona, decide optar por un cierto "pro­  míos  que abandonaron  sus estudios de  inge­  c £
         yecto de vida".                               niería  para  ingresar a estudiar humanidades y   o
                                                                                                       ro
                                                       luego abogacía, así como otros que, habiendo    O
                                                                                                       Ci­
         En el mundo actual, los jóvenes por lo general   alcanzado  un título  profesional, abandonaron   ro
         alcanzan la madurez a edad más temprana que   su ejercicio para ingresar a la vida religiosa27.  XI ro
         antaño. En el Perú, por ejemplo, se adquiría la                                               x
                                                                                                       a
         ciudadanía y concluía la patria potestad cuan­  Después  de  lo  expuesto  cabe  preguntarse  si   ro
                                                                                                       </i
         do la persona cumplía veintiún años, mientras  todas las personas tienen un proyecto de vida  >
                                                                                                       a
                                                                                                       cc
         27.  Conocemos el caso de dos inteligentes colegas abogados, uno ya desaparecido, que creyeron que su vocación
             profesional  era  la de  ser  ingeniero.  Ingresaron  a  la  universidad  donde  se  imparten  dichos conocimientos.  No   c/j
             obstante,  después  de  concluir  su  primer  año  de  estudios,  abandonaron  esta  carrera  al  comprender  que  ser
             ingeniero no era su llamado interior, su vocación. Ambos cambiaron de universidad y, como está dicho, terminaron   ^
             como  muy competentes y reconocidos abogados. A  nosotros, como  lo hemos narrado, nos sucedió  lo  mismo,   O
             pero tuvimos la fortuna de darnos cuenta del error que íbamos a cometer pocos días antes del examen de ingreso   q
             a la Universidad de Ingeniería.                                                           ^



                B  r e v e s    a p  u  n  t e  s    s o b r e    e l    “ p r o  y e  c t o     d e    v  i d  a  ”    y    s u    p  r o  t e  c c i ó  n     j u  r í d  i c a     1 9 3
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