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EN LA GRAFICA LOS TRABAJADORES
QUE DERRIBARON EL KIOSCO, POSAN
SOBRE LOS RESTOS DEL HONGO.

lo asaltaban, una señora no se podía ir a sentar
a un banco. Los árboles estaban sembrados de
manera desordenada, parecía una selvita allí
adentro. Esto daba oportunidad para el robo y
el comercio informal”.
Para el año 1996, la lluvia de críticas aumentó.
Entre ellas un comentario sobre el estado del
parque, quizá un poco “acido”, por parte del
periodista Gustavo Manzano Basil, de El Diario
de Hoy (4 de febrero de 1996), bajo el titular:
Armenia “Tierra de Infancia”:
En el centro del parque hay un kiosco con
un domo que me hace pensar que en alguna
ocasión aquí se ejecutaron conciertos de alguna
banda local. Ahora el parque es frecuentado por
toda clase de gente, algunos mal encarados. Un
vendedor de relojes ha atado su mercancía for-
mando un collar y la muestra a los transeúntes.
El suelo del parque apenas se puede dis-
tinguir a través de las capas de tierra y basura
que lo cubren. Frente a un busto sobre el cual
esta recostado un joven, había tres bolitos con
sus machetes discutiendo algo ininteligible.
Al parecer es el punto de reunión de Armenia.
Una señora pasa con su hija camino a abordar
un bus frente al parque e inmediatamente es
interceptada por los piropos de mal gusto,
algunos insultantes y fuera de tono, de los LOS TRES DISEÑOS DEL PARQUE
borrachos. Al lado de un árbol, al otro lado del ENCONTRARON SU LIMITACIÓN POR LA
parque una madre baja los pantalones a su hijo ALTURA DEL TERRENO EN ES ESTA ESQUINA
para que haga sus necesidades en el parque,

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