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Luego de una reflexión Tita expresa. “Quiero La tienda “El Socorro”, presentó un nuevo
resaltar que debido al cariño y amistad que me rostro a los armenienses y se trasformó en
une a esta señora de sonrisa perenne y bondad un pequeño súper, donde se encontraban los
increíble, he podido llegar a la que fue mi amada granos básicos en sus respectivos envoltorios,
casa y estremecerme en un increíble “Flash- azúcar, telas, bebidas embotelladas o en latas,
back”, durante una visita a ese lugar de mi niñez papelería, sin faltar los deliciosos refrescos y
y examinarla parte por parte”, subraya. minutas. La tienda y edificio permanecen allí
Y continúa: “Aunque ha cambiado en su hasta la fecha.
estructura ahí se impregnó el gran amor de mis Tampoco este paisaje del centro histórico de
padres y sus cuidados primorosos. Allí está ese Armenia quedaría completo sin tocar la esquina
caserón que sigue siendo un almacén, en donde frente al portal de Llort. A finales de los veinte
ya no está aquella registradora, a la cual había del siglo pasado, ese sitio cobijó al comedor
que darle dos o tres vueltas para que abriera la “Tecleño”. La dueña fue conocida como María
gaveta, tampoco está más aquella caja fuerte Tecleña. Con su esposo, Antonio Granados,
verde oscuro, con una clave que hasta hoy llegaron al pueblo precisamente de Santa Tecla,
ignoro. Y que siempre fue motivo de discordia de allí el origen del apelativo.
entre mis padres porque mucho del dinero guar- María, era una señora alta, morena, pelo
dado ahí iba a parar al casino o a una pelea de largo hacia atrás, ojos bien expresivos, con
gallos”, afirma. una nariz que sobresalía, de una contextura
“Lo que si permanece igual –agrega-, son los pareja, no flaca, un collar y sus vestidos flojos,
estantes y los mostradores, de una madera y un con la leve presión de un cincho. Su esposo fue
vidrio que simbolizan aquel material eterno que un servidor muy activo de la Alcaldía, de esa
las décadas no han podido destruir y que son gente esmerada, que ayudaba al Acalde y a la
testigos mudos de aquel establecimiento que comunidad.
tuvo una época pujante. Don Manuel, como todo Antonio tenía el pelo rizado, moreno, alto
comerciante innato, vendía toda clase de mer- y un poco rellenito, que ayudaba a servir la
cadería, además de la sastrería y la zapatería”. comida en el comedor Tecleño. Siempre se
En la época de Alex Morán (1950 -60), el mantenía con su camisa arremangada, salvo los
inmueble no sufrió mayores modificaciones. días festivos o actos en la Alcaldía, cuando se
Su especialidad eran las telas y accesorios para ponía su traje azul negro. No caminaba mucho,
costureras y sastres. A la tienda le agregó una solo se atravesaba la calle y ya estaba en el ter-
máquina de hacer minutas y en una pequeña reno edilicio.
vitrina alojada a un costado exhibía regalos y El comedor, tenía una ventana que daba a la
fotos de acontecimientos locales, culturales y calle, donde se vendía refrescos. Adentro: las
deportivos. mesas, con sus manteles de plástico cuadric-
Rosalina Montoya y su esposo Pablo Arévalo, ulado, tenían en el centro un bote de encur-
a principios de los sesenta se instalaron en el tido, rodeado, de unos chiles jalapeños. En una
negocio que ocupó Morán. La tienda la lla- esquina del comedor reposaba una cinquera y
maron “El Socorro”. No pasó mucho tiempo al cruzar la puerta, que daba al patio, estaban
de su permanencia cuando llegó el cambio de las cocinas, donde doña María se paseaba como
estructura y fachada del edificio. un pavo real.
Desde que dijo Claudia que “un acalde progre- Con los años ella y su esposo desaparecieron
sista quitó de la plaza el mercado y lo traslado” de Armenia. Pero, el nombre del comedor
a lo que sería un costado de la Alcaldía, en más siguió existiendo con diferentes dueños: María
de cincuenta años esa construcción no se había Luisa González (1965) y Antonia Marroquín
tocado. A partir de los años setenta el bahare- V. de Mendoza (1981), ese local también alojó
que, la caña fistol, las reglas de bambú, cedían a la Sastrería de “Bailón” y hasta la fecha las
al ladrillo, cemento y hierro. instalaciones la ocupa “La lotería”.
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