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que el portal no se podía tocar. “Sorprenden- Anka y Elvis Presley.
temente- cuenta Lutgardo-, con ese oficio me También en la otra mitad del local había
informaron que ese portal no era mío, sino del un enorme frízer que resguardaba embuti-
pueblo. Además, con respecto a los planos tam- dos especiales, además una máquina de hacer
bién me ordenaban dejar todo sin tocar. Así deje minutas que, en épocas de calor, era una parada
el pórtico como estaba, sólo cambié las vigas, obligada para la gente del pueblo. El negocio
pero el resto quedó igual. Asimismo modifiqué el con todos esos atributos, tenía un problema,
pilar de la esquina y lo hice de concreto y agregué lo extrovertido y el comportamiento descortés
las basas- explica-, que estaban metidas ape- de su dueña.
nas 10 cts”. Cuando estaba de buenas le gustaba poner
Lutgardo y su esposa Laura Coreas, vivieron apodos a sus visitantes. Por ejemplo, a Salvador
en esa casa desde 1971 hasta 2012, fecha en que Flores, con una dentadura que sobresalía por
la vendió a las Cajas de Crédito de Armenia. En sus bigotes, le decía “Caja de dientes de chufles
los siguientes años el único cambio sustancial floreados”. A David Armando Burgos que era
en esa zona, fue la desaparición del Cine Rey. En chelito, rosado y bien parecido, “Cara de puta”.
su lugar, con algunas modificaciones se abrió Y nada la habría cambiado, si un día de dic-
un centro comercial. iembre no asomara en su vida una tragedia.
Pero, el cuadro no quedaría completo si deja- Su nieto, Herbert Paz (de sobrenombre “pis-
mos de lado las dos equinas opuestas al parque, tolita”) un jovencito delgadito, chelito y ojos
en los costados norte y sur. Desde la década de verdes, perdió la vida a causa de un disparo que
los veinte, la casa frente al portal de Claudia la le propinó un borracho irresponsable mientras
ocupó la señora Ofelia Ramírez. La vivienda, se conducía en un vehículo.
bastante grande, construida con bahareque, Ofelia Ramírez, luego de esa desgracia no
por muchos años sirvió como pensionado. Pas- volvió a ser la misma. Por años se le vio religio-
ando sus cuartos, al fondo, tenía baño, pila samente cargando flores al cementerio. Con el
y paredes de lámina, donde los visitantes se tiempo el negocio desapareció. En la actuali-
bañaban. dad en su lugar está, “la Sorbeteria Mimosa”.
Por lo general, el servicio lo recibían agentes La casa no se modificó, mantiene la misma
viajeros que entre la décadas de los treinta y estructura y fachada.
sesenta pululaban –para ofrecer al comercio La otra esquina, a un costado de la Alcaldía,
armeniense mercadería, con sus cartapacios desde la segunda mitad del siglo 20 fue un sitio
bajo el brazo-, como representantes de todas codiciado por los tenderos. En ese espacio al
las casas comerciales capitalinas. principio estuvo Casa Zablah, luego Manuel
Por las noches luego de una larga jornada, Recinos, Alex Morán y Rosalina Montoya de
algunos residentes jugaban a las cartas y apos- Arévalo.
taban mucho dinero. Más de un agente viajero, En la época de Recinos, (1924) era almacén,
después de una partida, debió renunciar a su zapatería y sastrería. Entre sus proveedores
trabajo después de jugarse el pisto de todos estaban La Perla de Oriente, El siglo, Paris Vol-
los “los pedidos”, para pasar algún tiempo en cán y La Dalia. Don Manuel, el propietario,
prisión. tenía tres empleadas, todas llamadas María.
Con los años la pensión se transformó en Él las diferenciaba por sus sobrenombres: la
una refresquería exclusiva conocida como “El María “Moto” porque era bien rápida, la María,
Hotel”. Sus clientes eran jóvenes y profesio- “Pirringa” y la María “Correncia”.
nales que se deleitaban con la música de una Tita Recinos, hija de Don Manuel, recuerda el
cinquera con escaso volumen. A la dueña no le almacén frente a la Alcaldía, “el cual, al morir
atraían los escándalos. Así se podía saborear un mi padre, en 1948, se lo vendimos a Alex Morán;
par de cervezas mientras se escuchaba a Lucho después pasó a manos de Rosalina Montoya de
Gatica, María Victoria, Virginia López, Paul Arévalo, en los sesenta”.
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