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VISTA DEL KIOSKO EN FORMA dureños. El segundo día del conflicto, todo el
DE HONGO COMO ÚNICO pueblo escuchó las explosiones en la refinería de
TESTIGO DEL ANTIGUO PARQUE Acajutla, la Fuerza Aérea hondureña había reac-
cionado. El nerviosismo se apoderó de todos.
Alguien se enteró ese día que a una de las
quienes retornaban sólo con lo que “andaban damas de la Cruz Roja local, con nueve meses
encima”. Algunos heridos eran curados por las de embarazo, mientras distribuía ropa y víveres
damas de la Cruz Roja local. También se dieron en el convento; “se le rompió la fuente” y había
cita en las mismas instalaciones, todos los que que atenderla de inmediato. Pero no existía
habían hecho “La Platada”, la reserva militar. forma de trasladarla a San Salvador. Eran las
Se formaron en pequeñas unidades que cinco de la tarde, comenzaba el toque de queda
marchaban alrededor del parque a paso ordi- y la HRN, voz oficial de Honduras, amenazaba
nario, hasta ocupar sus puestos en la fila. La con más bombardeos.
capacidad armamentista era exigua, se com- La angustia en el rostro de la mujer en cinta
ponía de algunos corvos, cuchillos y cumas. era notoria. Pero, como siempre en estos casos,
Había un oficial al mando y a su orden todos aparece un valiente, dispuesto a sortear las
entonaban el Himno Nacional. La idea era res- balas. Con un salvoconducto y hondeando una
guardar la ciudad y estar “prestos al llamado bandera blanca llegó a un hospital de la Cap-
a filas”. ital. La alegría al día siguiente fue inmensa,
Esas cien horas que duró la guerra, cambio una bebita con sus gritos como signo de vida,
la vida de la gente. Había aflicción y pánico. escandalizó en todo el dispensario.
Nunca, durante la centuria pasada, una gen- En esos días el desasosiego fue tal que la
eración se había enfrentado a nada igual. Tal gente veía hondureños por todos lados. A los
vez el siglo anterior, cuando hubo muchas tres que se encontraban en la ciudad se les
guerras. A las seis de la tarde la mayor parte cuidaba celosamente. Estaban bien custodia-
de la población se encerraba y apagaba la luz, dos, “No fuera a ser que pasaran información
para evitar los bombardeos de los aviones hon- al enemigo”.
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