Page 28 - El Café Latino #29
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QUIEN
NO
FUE
por pilar mata solano
ilustración de álvaro lombarte
abía desaparecido por las la luna del espejo ofrecía al corazón, bordeaban los hombros desnudos de un
escaleras del olvido. Violeta presente y rotundo, un galope de bruma lago. Los dedos que vagabundearon por el
Hintentaba reconciliarse con la incierta, de crin de plata, muerte, daga, cuello rendido de un cisne negro.
evidencia, porque un joven de veinte años y harakiri. Quien No Fue llevaba en la venas Las manos enlazadas de una escultura de
un leve tramo, a lo sumo, no eran futuro en a Oriente bajo la pagoda del crespúsculo. bronce cálido. La belleza, eterno ángel
una mujer sin horizonte, poetisa de un adolescente, imperaba. La melena
verso. La cafetería recóndita, sin dirección, no la dormida en el regazo que, con columna de
busquen, aunque todos un día estemos gato, se arrebataba en el fugaz beso al
Violeta fue rondada por Cupido en un claro sentados en ella. Por las calles un frío despuntar la comisura del alba.
de luna, grave y ligero. Sin embargo la glaciar Y Violeta se deprime, acaricia la Todo parábolas, eclipses, curvas.
experiencia ya festejaba los funerales de idea teórica del suicidio que la corteja Largas curvas que se aventuraban cautas
una pasión que fue atravesada por la luz de como la sombra de un cuervo. por senderos vírgenes.
una tulipa negra. Violeta confesaba que,
durante el lapsus de un sueño, el amor Ahora se encuentra en la cafetería Quien No Fue se negaba a franquear la
nació fugaz. Confesaría también que fue un recóndita de siempre — como ayer— sin línea del escote, los senos infantiles.
amante delicioso. Confesó que, se perdió, ningún sentido. Sólo angustia, decepción, Detenía la instintiva exploración, sinuosa y
en sus sublimes ojos color del océano tristeza y dos centavos con que pagar el lenta. La naturaleza impregnada de divina
May be monday, may be tuesday, may be café. Casi igual que ayer si no fuera por el esencia. Cada gesto era un poema, un
wednesday… cantaba la canción a ritmo de saco de frustración a cuestas. Ayer era minúsculo verso. La armonía atrapaba
jazz en el gramófono. El disco era viejo y cuando las voces se confundían risueñas la lascivia muda de los labios.
estábamos a jueves. entre el humo de los cigarrillos, pero
estaba a hoy. En algún lugar leyó Violeta que la obra más
Quizás al acostarse o acaso al despertar, perfecta es la de la vida. Nada tiene
Quien No Fue, sintiera la ausencia de la Gastar la tarde, gastar los rostros que comparación, ningún arte, ya sea pintura,
piel de Violeta que le aguijoneara la nuca, pasan hacia ninguna parte a través del escultura, literatura, música, pero William
que compensaría en fugaces nalgas, un cristal de cortinas de terciopelo; atrapar- Blake escribía que la inmortalidad está
látigo caliente sobre los senos de otras los por una milésima de segundos y enamorada de las obras del hombre.
flores, orquídeas, nenúfares, camelias, lanzarlos al vacío que no oculta salida,
aves del paraíso. Aunque el llanto se mientras Violeta vomita íntima sangre por
derrame solo, independiente, sin permiso. la entrepierna. Patético animal herido.
Y Violeta creyó adivinar en los sublimes ¡Qué lamentables pensamientos! —se
ojos de Quien No Fue, aquella belleza dice— ¡Cuánta lluvia!
endiablada, soberbia, de nariz romana,
perfilados labios, dedos finos de delicado La ciudad paralela despedezándose,
pianista, pelo azabache ensortijado; la sombra de luz se aproxima lenta por los
bronceada piel, muy fina, cuerpo cincelado balcones, hora en negativo en que Violeta
de Adonis, una lágrima contenida entre la abandona la fiesta, cumbre que la intro-
penumbra del tiempo y la alcoba del duce en el sarcófago del día.
recuerdo donde una sosegada paz, fuera A Violeta le habían hechizado los cansinos
de las horas, reinaba suspendida. Todavía gestos, desmayados. Las caricias que
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