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ricos de Gales. Pero 400 años de vida espiritual
fueron truncados bruscamente en 1536. Ese año
se promulgó un Acta mediante la cual todos los
monasterios cuyos ingresos estuviesen por debajo
de las 200 libras anuales debían ser disueltos.
Tintern no llegó a cubrir la exigencia por 8 libras.
Los monjes tuvieron que partir. Las campanas de
la iglesia fueron retiradas y el valioso plomo del
tejado arrancado. La abadía no tardó en caer en el
abandono, y se convirtió en pintorescas ruinas que
posteriormente fueron restauradas.
Las boscosas laderas donde antaño resonaban los ecos
de las campanas que tañían llamando a los monjes
blancos a la oración siguen proporcionando un marco
verde, o marrón dorado en otoño, para los muros
desnudos y los arcos. El río Wye, que fluye lentamente
a sus pies, contribuye a la sensación de serenidad.
Han desaparecido el techo de la iglesia y vidrieras,
pero el entorno natural sigue embelleciendo las ruinas.
Tintern fue solo la segunda fundación cisterciense
en Gran Bretaña y la primera en Gales. Los
restos actuales son una mezcla de obras de
construcción que cubren un período de 400 años
entre 1131 y 1536. Quedan muy pocos restos de
los primeros edificios, pero se maravillará con las
vastas ventanas y los detalles decorativos que se
muestran en las paredes, puertas y arcos en alza.
Si el visitante está planeando un breve descanso
en el valle de Wye, le invitamos a quedarse en
Beaufort Cottage, una propiedad del siglo XVIII
restaurada por Cadw. Es realmente lujosa y
cómoda e invita a la serenidad y al relajo con su
espectacular vista de la abadía.
Abril 2019 TURISMOCUATRO MAGAZINE CHILE 23