Page 244 - Libro_Medicina_24_7
P. 244

UNA AVENTURA LLAMADA INTERNADO



                                                                                                        Después de cinco años de largas jornadas de estudios, en muchas
                                                                                                      ocasiones sin dormir, con alimentación a diferentes horas, sacrificando
                                                                                                      fechas y eventos familiares importantes, se acercaba el gran día: elec-
                                                                                                      ción de plazas para el internado. La ansiedad, el insomnio y sobretodo
                                                                                                      la tristeza, acompañaban su llegada, dado que sería inevitable el distan-
                                                                                                      ciamiento, tanto del hogar, como de los amigos y la vida acostumbrada.
                                                                                                      Habrá quienes se esforzaron toda la carrera para conseguir las mejores
                                                                                                      calificaciones y así ser los primeros en elegir dichas plazas, que muy
                                                                                                      seguramente son las más cercanas al domicilio; sin embargo, mi caso fue
                                                                                                      distinto en cuanto a la elegibilidad del lugar. Esta es mi historia.
                                                                                                        Si bien quedé entre las seis mejores alumnas para escoger la plaza,
                                                                                                      no elegí la más cercana a casa. La decisión correspondió a la búsqueda
                                                                                                      de nuevos horizontes fuera de la provincia para forjar mi propio camino,
                                                                                                      lejos de la zona de confort de veinticuatro años, gracias a mis padres
                                                                                                      y su esfuerzo. Hoy, mayo de 2020, un año después de aquello, no me
                                                                                                      arrepiento de haberlo decidido así. ¿Por qué? La respuesta no sonará tan
                                                                                                      convincente al principio, pero al final quedará clara.
                                                                                                        El  contexto  marcó  que  fuimos  seis internos  para  todo  un hospital
                                                                                                      de segundo nivel tipo C, asignando, respectivamente, un área por cada
                                                                                                      interno. El antecedente marcaba que, en el mismo lugar, la promoción
                                                                                                      previa estuvo conformada por el doble de internos que la nuestra, doce.
                                                                                                      Éramos tres para cada rotación, lo que nos hizo pensar, en la generalidad,
                                                                                                      que no lo lograríamos y que la realidad cotidiana nos superaría. Con el
                                                                                                      transcurrir de los días, el equipo comprendió que la adaptación era la
                                                                                                      clave, de la mano del talento de cada uno de los que lo conformamos. Sí
                                                                                                      los seis elegidos cumplimos con todas las tareas que se nos ordenó, por
                                                                                                      lo que el equipo se expandió junto a los médicos tratantes, residentes y
                                                                                                      posgradistas. Absoluta sinergia en acción.
                                                                                                        Eso no fue todo. Desde otra perspectiva, fuera de la medicina, apenas
                                                                                                      iniciado el internado, el gobierno buscó reducir el estipendio que reci-
                                                                                                      bimos los internos en doscientos dólares, decisión que incluía a la gente
                                                                                                      involucrada  en nutrición, enfermería  y obstetricia;  entonces, inició  la
                                                                                                      lucha general por nuestros derechos laborales en contra de las máximas
                                                                                                      autoridades estatales. Para el efecto, se formaron asociaciones de repre-
                                                                                                      sentantes de internos en cada hospital, y yo era parte de la directiva de la
                                                                                                      del centro de salud, con el fin de conseguir la derogatoria de la medida. Al
                                                                                                      igual que yo, varios salieron de sus hogares a cumplir con las actividades
                                                                                                      de la formación médica, amparados en dicha remuneración, la misma que
                                                                                                      se destinó al pago de alimentación, alquiler, servicios básicos, etc., dentro
                                                                                                      del escenario que a los internos también nos correspondía, además de


                                                                                                      Regreso al Indice                                      245
   239   240   241   242   243   244   245   246   247   248   249