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había dilatado cinco centímetros, con borramiento de 40% y producto en                      A continuación, ejecuté los primeros controles de tonicidad, sangrado
            segundo plano; sin embargo, entre la mala suerte y las carencias del sis-                 y signos en la misma sala de partos, mientras dialogaba con la paciente
            tema público, yo solo disponía de dos ampollas de dicho sulfato, lo cual                  explicándole la situación médica por la que acababa de pasar. Lo mejor, y
            resultaba insuficiente.                                                                   gratificante, fue cuando me dijo que su hijo llevaría mi nombre en agrade-
                                                                                                      cimiento por haberlos salvados y adjuntó invitación, con todos los gastos
               La complicación estaba a la vista, con las nefastas consecuencias que
            podrían ocurrir como resultado del cuadro, por lo que la referencia y                     pagados, a unas piscinas de las que era dueña, allá al sur de la frontera.
            traslado debían ser urgentes. En el trámite respectivo, el hospital, que                  Por supuesto, agradecí de todo corazón por ambas cosas.
            por cierto se estaba a cuatro horas y media de distancia en el mejor de los                 Con la situación en calma, era hora de que la paciente pase a la sala
            casos, se negó a recibirla, manifestando la típica excusa ya oída hasta la                de recuperación; sin embargo, ese momento me enteré de que tal depen-
            saciedad: “No hay espacio físico”.                                                        dencia no había, por lo que debía pasar a cama hospitalaria; bueno, no
               La otra opción, que también fracasó, consistió en establecer contacto                  correría riesgo alguno entonces se la traslado al lugar indicado. Claro, era
            telefónico con el hospital más cercano del otro lado de la frontera, para                 mi primer turno como señalé en líneas previas. En lo personal, procedí
            solicitar la referencia de la mujer. Las llamadas jamás fueron contestadas.               a cambiarme de ropa para visitar al resto de pacientes hospitalizados,
            Era importante escalar el caso al director de distrito para que conozca lo                actualizar sus historias clínicas con las novedades nocturnas, incluyendo
            que estábamos viviendo, motivo por el cual se acercó al establecimiento,                  la nota postparto de la nueva puérpera.
            me preguntó si se ha seguido el protocolo con sulfato, ante lo que res-                     Durante la ronda, caí en cuenta de que la flamante madre no había
            pondí de manera afirmativa, e intentó comunicarse con los colegas del                     pasado al cuarto, según las indicaciones dadas minutos atrás, lo cual me
            otro lado. Tampoco lo logró. Cruzamos miradas, silencios, minutos, y                      causó sorpresa y curiosidad. Ante la averiguación, me informaron había
            decidió retirarse del lugar indicándome que atienda el parto y me deseó                   llegado la ambulancia desde el Perú para trasladar a la pareja a una casa
            suerte.                                                                                   de salud, de mayor nivel, en su territorio. Aunque fue referida dema-
                                                                                                      siado tarde, se llevó una buena atención, dentro de nuestras limitaciones
               Se hizo un continuo monitoreo materno y fetal, para evidenciar alguna
            anomalía que pudiera complicar aún más el cuadro clínico. La paciente                     y posibilidades, mientras yo me quedé para siempre con el inolvidable
            se mantuvo consciente, pero la presión, lejos de estabilizarse, subió unos                sentimiento de que, aún bajo situaciones adversas, los libros leídos, las
            cuantos milímetros de mercurio. El peligro de convulsiones y compro-                      largas noches de desvelo, y las prácticas realizadas, sirvieron para salvar
            miso vital era latente.                                                                   aquellas vidas.
                                                                                                        Para finalizar, después de todo, si hubo algo desagradable, y me refiero
               Las horas pasaron y el parto era inminente. Aumentó la actividad
            uterina ante lo cual realicé tracto vaginal, el mismo que arrojó nuevos                   al papeleo, del cual los médicos rurales se quejan desde tiempos inme-
            hallazgos, por lo que pasamos a la sala de partos sin descuidar los signos                moriales. Olvidé, en la mezcla de experiencias y sentimientos, que debía
            vitales.  Empezamos  y el  tiempo  utilizado  fue más del  acostumbrado,                  emitir  el documento de recién nacido  vivo, aunque no podía hacerlo,
            puesto que el bebé no salió con facilidad, motivo por el cual realicé epi-                pues carecía de la firma electrónica y dispositivo token, y la compañera
            siotomía. Salió la cabeza, pero evidencié doble circular de cordón, lo que                asumió que yo lo había hecho. Cuando se hizo la auditoría de costumbre,
            dificultó el descenso; por lo tanto, recurrí a una técnica aprendida en al-               me decepcionó de manera notable, el que a los directores les importaba
            guna rotación del internado para liberarlo y el resto del parto sucedió con               más un simple papel, a que ambos pacientes hayan salido sanos y salvos.
            total normalidad. Recibí un bebé, vivo, de sexo masculino, y con llanto                     Como epílogo, basta decir que no fue el único nacimiento de aquella
            vigoroso. Posteriormente realicé manejo activo de la tercera etapa y tam-                 noche.  A  los  pocos  minutos  llegó  un  expulsivo  que  atendí,  sobre  la
            poco hubo complicaciones, con sangrado aproximado de cuatrocientos                        marcha. Pero esa es otra historia
            mililitros, lo que es esperado.
                                                                                                        .
               Una vez terminado el proceso, la presión arterial de la madre des-                                                         Autor: Md. Andrés Guarnizo
            cendió a los límites normales, por lo que salió de cualquier peligro.
            Mientas realizaba la episiorrafia, el otro director de distrito asomó su
            semblante por la puerta para preguntarme si el procedimiento fue exitoso,
            ante lo que respondí de manera afirmativa.

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