Page 22 - Libro de Filosofía II
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necesidad del advenimiento de la sociedad socialista. Son propias del hombre,



                  doce “pasiones”: el gusto, el tacto, la vista, el oído, el olfato, la amistad, la ambición,


                  el amor, el “familismo” o sentimiento de la paternidad, la “cábala” o pasión por la


                  intriga, la pasión por “mariposear” o tendencia a la diversidad, la “compuesta”  o


                  instinto  gregario.  Los  moralistas  sólo  habían  denunciado  la  depravación  de  la


                  naturaleza  humana  y  exhortaban  a  ahogar  las  pasiones.  En  realidad,  declara



                  Fourier, es el régimen social el que está viciado. El hombre es substancialmente


                  bueno. Se trata de crear una sociedad que favorezca la plena satisfacción a las


                  pasiones humanas, su desarrollo y su florecimiento.




                     A partir de estas premisas, Fourier esboza el cuadro del orden social futuro cuya


                  célula fundamental es la falange, compuesta de “diferentes series de producción”.


                  Todos  los  miembros  de  la  falange  tienen  derecho  al  trabajo.  De  grado  y


                  obedeciendo en un todo a sus pasiones, se enrolan en los diferentes grupos de



                  producción. El trabajo es considerado en la falange como una necesidad, como una


                  fuente de goce. La ausencia de especialización estrecha que mutila al hombre bajo


                  el régimen burgués, contribuye a ello. En el curso de la jornada, cada miembro de


                  la falange cambia de ocupación varias veces. Así se satisface la



                  necesidad de “mariposear”, la necesidad de diversidad propia del hombre. Fourier
                  decía de los hombres del porvenir que su altiva intrepidez vencería todos los
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