Page 16 - Visiones de Alejandria | 3ra edicion | Editorial HL 2019
P. 16
Editorial HL | Literatura Moderna
Parte I | Desde pequeño
Siempre he sido curioso, muy curioso por lo místico y lo supersticioso, porque desde
niño mi cultura lo demandaba. Desde las ceremonias de mis padres, hasta las leyendas
sobre brujas que se chupaban a los niños de cuna. Así crecí hasta tener quince,
rodeado de un rio, de una mística sobrenatural que siempre me daba vueltas en la
cabeza mientras nadaba, jugaba o hacia las labores de mi padre; haciéndome
cuestionar a todas horas sobre las personalidades de los diablos y los ángeles de los
que nos contaban los ancianos que nos enseñaban a todos los niños en el lago de mi
niñez.
De esa época, recuerdo haber sido impactado por dos hechos, el primero fu la mañana
en que mientras los profesores de la escuela se reunían en uno de los templos a
dialogar, una histeria colectiva se desato entre los más de cuarenta niños que
asistíamos a las clases que ahí se impartían, empezando con una niña que llego
corriendo de entre los arbustos, afirmando que cerca de ellos se estaban escondiendo
unos fantasmas o seres invisibles. Así nos lo dijo envuelta en lágrimas a mis amigos y a
mí, que en aquella época éramos los mayores.
Buscamos ayuda más los maestros no nos creyeron y siguieron con lo suyo,
sacándonos del templo donde ya llevaban una hora, nos dejaron sin vigilancia, solo a
mis cuatro amigos de once años, auxiliando a otros mucho más niños que nosotros,
porque decían que los fantasmas eran cada vez más y que los estaban acechando.
Así como lo oyen, el rumor se propago en segundos, al grado que los niños empezaron
a llorar en grupos, hubo quienes corrieron a sus casas, pero también algunos que se
petrificaron de terror, como la niña que más recuerdo que decía había visto a uno de
16