Page 19 - Visiones de Alejandria | 3ra edicion | Editorial HL 2019
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Editorial HL | Literatura Moderna
Cap. 2 - Parte 2
Los espiritistas
Como si fuera un soldado de juguete, sin respetar mis decisiones y argumentos, mi
madre me dejo al cargo de mi abuela un tiempo. De tal forma que un día mientras yo
hacía mis cosas, la abuela llego y me dijo:
-Vamos, acompáñame junto con tus primos a un lugar, te va a gustar. –Y obedecí
porque yo era manso, siempre muy amable con la gente que me cuidaba.
Me puse ropa limpia y salí al encuentro de mis primos que estaban afuera esperando,
muy contentos caminamos a la ciudad, llegando sin percances hasta una casa de
entrada muy angosta, pero que conforme uno oba entrando, se volvía un jardín central
con varios pasillos hacía varias cámaras con habitaciones y salones.
Era algo nuevo para mí, su arquitectura, su aroma y sobre todo su ambiente. Era un
tanto abrumador. Como si la gente que estaba ahí se creyera la gran cosa. En su
mayoría adultos, vestidos de blanco, unos hacían filas enormes para entrar en la
entrada del salón más grande.
Se oían desde afuera los cantos de los de adentro, sin cesar los escuchamos durante
horas, esperando nuestro turno, porque entraban por grupos. Supuestamente para
hablar con quién tú quisieras, ósea con algún muerto de tu elección.
Yo estaba incrédulo, ansioso imaginando cual sería el proceso para hablar con alguno.
Inocentemente espere mi turno de ver.
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