Page 49 - Visiones de Alejandria | 3ra edicion | Editorial HL 2019
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Editorial HL | Literatura Moderna


                  Parte II | Visión de la marioneta



                  Cuando  el  bardo  hubo  soltado  a  su  marioneta;  esta  cayó  riendo  al  suelo  muy


                  emocionado y nos empezó a contar lo siguiente:



                  -He tenido una visión memorable. Esta noche yo hablare por el bardo, -y empezó a

                  decir:



                  -Verán, dicen que él era sensible y poco hablador, -y señalo con el dedo al bardo,-sin


                  embargo  yo  recuerdo  que  cuando  le  conocí,  él  hablaba  más  que  yo.  Tan  solo

                  imagínenme,  en  aquella  época  yo  era  un  ángel  sediento,  encubierto,  haciéndome


                  pasar por un vagabundo gordo y  barbón en medio de las calles de una ciudad  de


                  ricos, donde todo tenía un precio en metal. Así me acerque por primera vez al bardo


                  de la botella que frente a ustedes brilla ahora en tono verde. En aquel entonces yo

                  tenía  más  de  cien  años  y  el    solamente  ocho,  así  le  conocí.  Nadie  me  hacía  caso


                  mientras rogaba, levantaba mis manos y el agua no subía, mucho menos llovía, todos

                  hacían como que no me veían, hasta que lo vi a él jugando por ahí…




                  Me le presente sediento y el me dio de beber. Así con sus manos recogió agua fresca

                  y me levanto el ánimo, porque me guio hasta la orilla de un lago.



                  Yo le regale una pluma que  tenía en el saco y él me sonrió, tomo la pluma y con


                  hermosos trazos escribió su nombre en la arena, haciéndome comprender que era

                  mudo.  Y entonces me enoje mucho con la vida revelándole al niño mi verdad, justo


                  ahí  en  la  desolada  calle  de  donde  proviene;  ahí  me  hice  manifiesto  con  mi  luz  y


                  apariencia real cantándole al oído secretos que de tan inmensos le hicieron hablar y

                  decirme su verdadero nombre, el cual solamente yo y el vampiro que tengo frente a






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